La fuente de la plaza de San Juan 26/12/10
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LA NAVE DE LOS LOCOS
PÍO BAROJA
Teruel ha tenido siempre fama de lugar frío. Particularmente la pasada Guerra Civil (1936-39) originó que en la llamada, Batalla de Teruel, desarrollada del 15 de diciembre de 1937 al 22 de febrero de 1938, el frío y la nieve hicieran estragos en las tropas combatientes. Sin embargo, ha habido dos fechas posteriores en las que las temperaturas han llegado a niveles tan bajos que difícilmente puedan ser superadas. Nos referimos al mes de enero de 1945 cuando las temperaturas alcanzaron los -22º C y al mes, también de enero, pero del año 1985, cuando volvieron a bajar hasta los -20º C. No es novedad el frío en Teruel y ya, Pío Baroja, como veremos a continuación, utiliza el tema de los rigores invernales y de las grandes oscilaciones térmicas, que aquí se dan, para tratar de centrar el tema de Teruel en su libro de viajes titulado: La Nave de los Locos.
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“_ Antes –dijo el profesor de Física a Alvarito-, nuestra ciudad se estaba poniendo en ridículo. Llegaba el verano, venían las temperaturas máximas de toda España y se leía en el periódico: “Máxima. En Teruel, cuarenta grados a la sombra”. Entraba el invierno, se cogía el periódico, y se leía: “Mínima, en Teruel, doce grados bajo cero”. Desde que yo estoy ocupado de las observaciones meteorológicas, ya no pasa esto; ni el termómetro sube ni baja tanto, y Teruel no se pone en ridículo.” Página 310 de la edición conmemorativa del centenario de su nacimiento.
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26/12/10
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