LA TIA TURRUNERA
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Las fiestas de mi pueblo comenzaban cuando venía la tia turrunera y acababan cuando se iba la tia turrunera. La tia turrunera venía a ser un precedente de lo que hoy es el mercadillo medieval. Con su llegada se anuncia la fiesta y con su partida el fin de la misma. En esta ocasión la tia turrunera se ha marchado, imaginariamente, detrás de Diego de Marcilla. Cada uno a su bola. Uno en busca de fortuna para casarse y los otros en busca de un modo de vida nada cómodo, y sí, lleno de sobresaltos y circunstancias adversas... fríos, calores, vientos, lluvias, permisos, accidentes... una vida de aventura para poder sobrevivir. Diego volverá para febrero y para febrero volverán los descendientes de la tia turrunera en un número mucho mayor ocupando casi todo el casco viejo de la ciudad. A mi me gusta que venga la tia turrunera porque me recuerda mi infancia y porque sé que es tiempo de fiesta.