En el año 1247 se representan en este cuadro a dos personalidades determinantes en la historia de Europa y la cristiandad. Por una parte San Silvestre obispo de Roma (314-335) y, por la otra, el emperador Constantino. Se dice que fue San Silvestre el que determinó la conversión de Constantino al cristianismo. Detrás de Silvestre, se pintó, no sin intención, una cruz, y detrás de Constantino (con el mismo sentido) una umbela con los colores ROJO y AMARILLO. Entre ambos, la mitra papal. De tal manera que, este intercambio de símbolos, ha llegado hasta nuestros días por muy diferentes caminos. Ahora, algunos reinos cristianos y ciudades, llevan por bandera los colores rojo y amarillo.
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Esta fotografía la hemos obtenido en Internet con ocasión del concierto de Eduardo Marquina en Calatayud. Como puede verse se conserva la umbela basilical con los colores del emperador romano (rojo y amarillo). El vaticano, en día no determinado por nosotros, cambio el color rojo por el blanco.
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Umbela basilical con los colores rojo y amarillo
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