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miércoles, 12 de septiembre de 2012

Septiembre2012/Miscelánea. ROYUELA

Victor Ciprianus
(Siglo II)
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Como soldado de la infantería ligera o velites, perteneciente a  la décima legión romana (Xª Legio), había partido de la Ciudad Imperial en busca de fortuna. Una vez llegado a  Caesar Augusta se alojó, con su impedimenta y cuatrocientos de los suyos, cerca de la puerta Cinegia. De madrugada partirían camino de Laminio para bajar después a la Bética. Para ello tenían que recorrer inciertos caminos  atravesando parte de la Celtiberia. En Contrebia Belaisca hicieron noche y abandonaron el camino que lleva a levante. Prosiguieron de madruga, siguiendo el río que los nativos llaman la Uerba, para atravesar fértiles campos de viñedo, planicies de cereal y, por Carae (Venta del Cuerno), bajar hasta el Xiloca donde reponer fuerzas en la Caridad. La Caridad era una gran ciudad llena de bullicio, buen vino,  todo tipo de mercaderías e innumerables  fraguas donde se trabajaban hábilmente las mejores espadas con el  hierro bajado de Sierra Menera. Compró una espada celtíbera, cuya pulida hoja reflejaba, con potente brillo, los rayos del sol del mediodía. Siguieron camino por zonas lacustres hasta el Gran Canal, una vez alcanzado, mantuvieron su curso para luego salvar la cordillera por donde nace el río que corta en tajo a Hispania.
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Vencedor Ciprés
(Siglo XXI)
Aquella mañana, desayunó chocolate con churros en un cafetucho del famoso Tubo zaragozano situado  junto a la puerta Cinegia de la Inmortal. Su mujer se pidió un café (descafeinado) con leche (desnatada). ¿Algo de bollería?... sugirió el camarero a la señora. No, gracias, contesto ésta, mientras que por el rabillo del ojo observaba la sonrisa cómplice de su marido. ¿Cuánto tardaremos en llegar a Albarracín?, reguntó ella, sólo por cambiar de conversación. Por la autovía Mudéjar y con esta carroza fabricada en Germania, dijo él, te llevo en una hora más o menos. Compraron el Heraldo de Aragón en un kiosco del Coso y él preguntó al quiosquero si tenían el Diario de Teruel. Se ha agotado ya, dijo el hombre con gesto de fastidio por no poder satisfacer al cliente, ese diario se vende como churros. ¡Ah!, dijo ella, no sabia que los churros se leyeran. El quiosquero le lanzó una mirada asesina. De esta guisa, sin esperar las vueltas de los sestercios con que habían pagado el Heraldo, montaron en el automóvil y atravesaron la Inmortal camino de Valdespartera. Una vez en la autovía, la mujer aprovechó la monotonía del viaje para echar una cabezadita mientras que el romano (quiero decir, el marido) ponía en el radiocasete una canción de El Fari. ¡Vencedor, por favor, quita eso que me está produciendo dolor de cabeza! ¿Por dónde vamos? -preguntó ella, con gesto intempestivo. ¿Ves aquella chimenea que lanza humo sin parar?, ¿la ves?... pues eso es Cella. Ahora giraremos a la derecha, pasaremos por Gea y en Albarracín nos reuniremos con mis hermanos. Al llegar a Albarracín les recibieron Paquita y esposo, Manuela sin esposo, Andrés (soltero), Isabel con esposo. Faltaban, Chusé y esposa, que habían salido con antelación para visitar la ermita de la Inmaculada situada en el pago de La Hoyalda del pueblo serrano de Torres de Albarracín. La ermita la había comprado el Ayuntamiento de Torres de Albarracín en 1949 a unos particulares. Vamos para Royuela, dijo Rubén, que allí nos esperan Esther y Chusé.
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ROYUELA
Es un pueblo situado al costado de la vía romana Cesaraugusta-Laminio, que en lo eclesiástico perteneció a Moscardón y en lo civil fue dominio del Señorío de los Azagra primero y de la Comunidad de Aldeas de Albarracín, después. Tuvo un importantísimo convento de Trinitarios fundado en 1270 al que acudía todos los años el Señor de Albarracín a dar gracias y procesionar con la Virgen de los Dolores. Del convento y del siglo XVII se conserva una imagen de la Piedad en la parroquial del pueblo. La iglesia está  bajó la advocación de san Bartolomé. Tiene torre de tres cuerpos muy esbelta y la iglesia parece ser gótico-renacentista. El pueblo tiene abundancia de aguas (las Balsas), molino y salinas, ahora restauradas. Llegó a tener hasta 500 habitantes. Ahora viven de las granjas, la agricultura, de alguna casa de turismo rural y de las pensiones. Se han reformado muchas casas y queda poca arquitectura popular.  Al costado del Ayuntamiento hay un bar, y en la fachada de la Casa Lugar, una piedra grabada que pone AÑO 1655. El pueblo está situado a una altura de 1.214 metros sobre el nivel del mar. Tiene consultorio médico y un cementerio separado de la población en paraje ventilado. Como era sábado, 8 de septiembre y llovía, nos metimos en el bar toda la cebrianada a tomar un refresco. Dejamos el lugar lloviendo, no paró de llover hasta Calomarde donde arreció y bajaron las calles, pero no los barrancos.
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ROYUELA, SEGÚN CÉSAR TOMÁS LAGUÍA
"El documento más antiguo que conocemos referente a Royuela está fechado el 24 de noviembre de 1247 y es  una partición de bienes entre doña Elvira de Don Pedro Enneguez, vecina de Albarracín, y sus hijos, en que estos le entregan una heredad que poseen en Royuela.
Para la historia de Royuela es muy interesante el privilegio de amojonamiento de dehesas concedido por la reina doña Leonor el 24 de septiembre de 1343 y confirmado por el infante don Fernando, señor de Albarracín, el 30 de mayo de 1359. En virtud de este privilegio adquirió Royuela una especie de terminillo con derecho exclusivo de pastos, leñas, etc. Y esto era tanto más de estimar cuando que el pueblo estaba en aquel tiempo rodeado de dehesas particulares y privilegiadas donde no podían entrar sus ganados, concedidas en los primeros tiempos del señorío de Albarracín y confirmadas en 1306. Tales eran la heredad de Loparde de don Pedro Fernández de Heredia, el Algarve de doña Elvira Roy de Lihori, la heredad de don Lope Álvarez de Espejo, la heredad de la Cañada de Ibáñez Fortún y de Pero Don Climent, etc."
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El convento de los trinitarios de Royuela
se convierte en un reclamo turístico
Fuente: Diario de Teruel
El convento de los trinitarios de Royuela se convertirá en un importante reclamo turístico de esta localidad junto con otras riquezas patrimoniales que pretende recuperar el Ayuntamiento. Para ello se ha editado un tríptico con información sobre el yacimiento arqueológico del monasterio, cuyas excavaciones comenzaron en el año 2000.
El alcalde de Royuela, Jesús Hernández, aseguró que la intención a largo plazo es que los restos del convento se conviertan en su signo de identidad de la localidad por la importancia que en su día tuvo este centro religioso y administrativo en la Comunidad de Albarracín.
El folleto turístico es un tríptico en el que se recoge información sobre el yacimiento arqueológico, su ubicación y una reseña sobre cómo pudo ser su aspecto original y la labor que desarrolló en la sierra.
Hernández manifestó que además de promocionar los restos arqueológicos del monasterio como reclamo turístico, se pretende recuperar entre los propios vecinos de Royuela la memoria histórica de la localidad.
"Es sorprendente que el convento tuviera tanta importancia en la sierra, pero que después de su destrucción en la primera mitad del siglo XIX cayera prácticamente en el olvido", señaló Hernández.
Hasta el momento el Ayuntamiento ha realizado tres campañas arqueológicas en el yacimiento con la colaboración del Inem, y ya ha preparado el informe para otra campaña el próximo año, en esta ocasión para presentar al Inaem después de que se haya producido el traspaso de competencias en esta materia a la Comunidad Autónoma.
El alcalde explicó que otro de los proyectos del municipio es hacer reproducciones de la cruz de los trinitarios en baldosas o bandejas como recordatorios. Otro de los planes inmediatos para vincular Royuela con el antiguo convento es la recolocación de un peirón a la entrada de la localidad con la cruz de esta congregación religiosa, "un poco a modo de homenaje y como símbolo de identidad después de 600 años de convivencia con los trinitarios", puntualizó.
El folleto editado sobre el convento de los trinitarios de Nuestra Señora de los Dolores recoge información sobre la historia del monasterio, desde su fundación en 1270 hasta su destrucción entre 1835 y 1840. Detalla asimismo cómo era su aspecto original, y la trascendencia no sólo política sino religiosa que tuvo. En su edición ha colaborado la DPT, y el Ayuntamiento tiene en proyecto hacer otros folletos sobre diversos atractivos del municipio.