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viernes, 19 de julio de 2019

Julio2019/Miscelánea. LOS VERANOS EN LA VILLA DE "LAGASCA": LOS SOLARES URBANOS ABANDONADOS, UN PROBLEMA QUE REQUIERE UNA SOLUCIÓN URGENTE.


DE UNA VEZ POR TODAS 
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Es un problema que requiere una solución inmediata. Se trata de los solares abandonados en medio de la población y que ofrecen, una sensación de abandono, un desdoro estético y, sobre todo, un peligro para las personas dado que hay en ellos, bodegas, bigas con clavos oxidados y, en muchas ocasiones, escombros sin el debido control. Esperamos que el nuevo Ayuntamiento tome las medidas necesarias para que dichos solares sean vallados adecuadamente y de forma correcta. La colección de fotografías que acompañan a este escrito no agota el número de solares en malas condiciones ni, tampoco, el número de fachadas que ofrecen peligro de derrumbe. 
El asunto llama la atención (me llama personalmente la atención) dado que he recorrido al menos el 80% de los municipios turolenses (área más desertizada) y un buen número de los de Zaragoza y Huesca. Bien, pues no he encontrado y puede comprobarse por el exhaustivo número de fotografías que he hecho, ningún pueblo, villa o ciudad que ofrezca un panorama más desolador en este tema en todo Aragón. 
El respeto que nos exigimos unos ciudadanos a otros incluye, el que no te pongan (ni pongas) a la puerta de casa un solar abierto lleno de escombros. Los solares hay que vallarlos con tapia de obra y con una altura de al menos dos metros. En cualquiera de los casos, es el consistorio el que debe establecer las medidas para corregir en su totalidad el problema. 
Es este, sin duda, un problema colateral al de la despoblación, pero, el que tiene una propiedad en un pueblo, debe administrarla con un mínimo de decencia. También hay quien tiene una vivienda en el pueblo porque así accede al permiso de caza, importándole muy poco la suerte de dicha vivienda, dado que el fin que persigue es entrar en el coto de caza. Si no se toman medidas, los pueblos se convierten en cuartos trasteros, perreras y punto de depósito y reclusión de todo aquello que estorba en la ciudad. 
Corregir toda esta desidia que hasta ahora se ha permitido por bonhomía, estará en función de si se toman medidas enérgicas y determinantes. 

 
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