SENDERO DEL ALTO ALFAMBRA
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El Alfambra es uno de los pocos ríos vírgenes que quedan en España. Desde que Joaquín Costa lanzara su grito regeneracionista:"PAN Y DESPENSA" con ocasión de la crisis de 1898, todo el País se puso a pedir y el Estado a construir cientos de pantanos. Tal fue la fiebre que no queda prácticamente ningún río en el que no se haya construido al menos un entibo sólo durante el siglo XX. Todos los regímenes políticos participaron en la fiesta pensando que trabajaban por el bien de la Patria. El Alfambra es un milagro gracias a que las obras del pantano de los Alcamines, en Villalba Alta, finalmente no se hicieron y se trasladó la maquinaria a San Blas (Teruel) para construir el del Arquillo.
El sendero nace en el merendero de los “Caños de Gudar” y aunque los bancales, junto al río, estén vallados con cable eléctrico, ya que hay vacas pastando, es fácil tomar el sendero que nace en la margen derecha de dicho río e iniciar una subida, súbita, para colocarnos a media ladera de la montaña que limita el valle. La apariencia del río Alfambra, en estos momentos, es magnifica ya que ha crecido con el caudal tomado de dichos “Caños” y el agua se muestra clara y transparente. El entorno del río también se muestra natural y apenas contaminado por una senda peatonal que discurre a su lado y que nos lleva hasta una cascada que nos impide el paso. Como no conocíamos la zona, desde la cascada tomamos la ladera encrespada de la montaña, como atajo, hasta llegar al sendero. El sendero, que debido al desuso actual esta cubriéndose de vegetación, discurre, una vez tomada altura, sin mucha pendiente y hay que sortear al menos una valla eléctrica en todo el recorrido. Hay a prudente distancia, unas de otras, unas señales de pintura en las piedras, indicio claro de que están tratando de señalizar el sendero. También hay que tener cuidado pues en algunos tramos la tierra suelta en el sendero que atraviesa una ladera muy escarpada, puede ofrecer peligro. Por todo ello se recomienda no hacer la travesía con niños. Desde la senda se puede divisar el fondo del valle y a éste en toda su extensión. El regreso lo hicimos por el mismo camino para subir luego a Santa Quiteria por Gúdar y llegar a través de una magnífica pista recién construida.
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