La cerámica en general se divide en dos clases: cerámica de agua o alfarería y cerámica decorada. La cerámica tradicional de Teruel es de esta última clase y tiene un origen árabe y medieval. Ángel Novella Mateo, tras la Guerra Civil, viajó a Muel para recuperar una actividad ceramística que se había perdido. En Teruel montó un taller con otros turolenses preocupados por el tema, entre ellos Vicente Azuara. Comenzaron haciendo, entre otras cosas, las placas para nombrar las calles, de las que aún quedan varios ejemplares en la ciudad y en algunos pueblos como Villel, algunas las hemos reproducido aquí: Yagüe de Salas, por ejemplo. Górriz y Punter son nombres ligados a la cerámica de Teruel. Últimamente se están desarrollando pequeños talleres de cerámica, la base para ello, es tener buena mano para pintar.
Una pieza muy tradicional en la cerámica turolense.
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Fotografía tomada en la tienda que tiene "Punter" en el Tozal.
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