Fue necesaria la confluencia de dos personalidades excepcionales en la vida turolense, Purificación Atrián e Isidoro Esteban. Ella ya llevaba algún tiempo trabajando en la arqueología y la etnografía de nuestra tierra. Él llegó a la política con una gran ilusión y deseo de trabajar desde la Diputación Provincial de Teruel. El edificio ya estaba allí esperándolos (lo había comprado la Diputación siendo presidente Román Alcalá). Es un edificio noble, de estilo renacentista, construido para albergar una vieja y original institución medieval: LA COMUNIDAD DE TERUEL. Dicen algunos entendidos que, este museo, es uno de los mejores en España de su género. El museo tiene que ampliarse y para ello la Diputación ha comprado dos casas anejas, inclusa la del Marques de Tosos. Teruel necesita un museo de arte moderno (ya en proyecto) y un museo de la cerámica cuya localización estaría en los abandonados alfares de los hermanos Górriz. "Teruel ciudad museo" es una acertada frase para promocionar el turismo pero, es también, una expresión que declara los tesoros que aquí dejaron nuestros antepasados, desde las pinturas rupestres, al arte conceptual.
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Extraordinaria vista panorámica de la ciudad monumental.
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Brasero romano en la cambra del museo.
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Muestra del mundo romano en nuestra tierra.
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Esenciero árabe de Albarracín.
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