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miércoles, 5 de septiembre de 2018

Septiembre2018/Miscelánea. FRANCO - FRANCO - FRANCO

FRANCO
FRANCO
FRANCO
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No es raro que en la vida… en la historia… se produzcan una serie de errores concatenados. Así parece suceder con el enterramiento de Franco. Su enterramiento en el Valle de los Caídos (él no fue un “caído” puesto que murió en la “cama”) fue una decisión en caliente por un régimen que daba también sus estertores. Todo sería diferente a la hora de resolver este enojoso asunto si se hiciera por consenso o fuera la derecha quien tomara la iniciativa. Sobre todo, si se llevara previamente el acuerdo de la familia y de la Iglesia (Concordato por medio). Hasta el momento ha faltado “mano izquierda” y eso que quien Gobierna España en la actualidad es la izquierda. Hace falta también talante y, sobre todo, evitar la crispación innecesaria.
Muchas veces es necesario quitarle hierro al asunto y las cosas se resuelven por ellas mismas. Voy a contar una anécdota verdadera ocurrida en nuestra ciudad. Era muy a finales del año 1975 y Franco acababa de morir el 20 de noviembre. El despacho era de un directivo de RENFE y tras la mesa, colgaba de la pared el retrato del Caudillo, como en tantos otros despachos de toda España.
De repente entra en el despacho un obrero que le espeta al jefe sin más saludo, ni apostilla, la siguiente pregunta: ¿A ver, que hace ese tío colgado en la pared? Se refería, por supuesto, al retrato de Franco…  El jefe, que también era de izquierdas, pudo tener la tentación de pararle los pies o de reclamarle medidas legales para llevar a cabo tal acción. Pero en ese instante no quiso tener tensión ni enfrentamiento con alguien que pensaba lo mismo que él. Así que tuvo una curiosa reacción y le señaló. ¿Qué lo quite, me dices? ¿Y dónde va a estar mejor ese Señor que "colgado"…? Se hizo el silencio en el despacho… se miraron a los ojos y dijo el obrero… “Sabe que le digo jefe, que tiene usted mucha razón”.
Pasaron los días y el retrato cayó de la pared por pura lógica.
El cadáver del Franco, lo saben todos, donde mejor estará es en el panteón familiar. Pero el asunto ha sido mal planteado desde el inicio: se ha buscado más la propaganda que la solución de un problema ( si es que lo había).
Deseamos que Franco no siga “reinando” en los telediarios. Que sea la historia la que le ajuste las cuentas, es decir, que estudie ese periodo de la historia de España con detenimiento y ponderación.
Que asinas siga.
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