COMARCA DE VALDEJALÓN
CALATORAO
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Llegamos a Calatorao una tarde de
finales de mayo atraídos por la dulzura de sus cerezas, por la frondosidad de
su esplendida huerta en pleno Jalón. También, cómo no, por la fama de su piedra
negra y su Cristo barroco. Nada puede defraudar en Calatorao que dicen Castillo
de tierra y que Guitarte tiene por uno de los buenos de Aragón. Entramos primero a
comprar cerezas en un almacén que se encuentra en el camino de la Estación de
Ferrocarril. Una vez que nos aprovisionamos de cuatro cajas a 2,50 euros el kilo
(de cerezas muy buenas) entramos en la población siguiendo la flecha indicadora
del palacio de los Uzenda. Delante del palacio encontramos a los dueños, padre
e hijo, que nos ilustraron sobre la naturaleza de la obra de restauración que
llevaban a cabo, siendo el padre a su vez, arquitecto de profesión. Callejeamos
en entretenida charla hasta dar con la ermita del Santísimo Cristo de
Calatorao, cuya fama, se extiende por los cuatro puntos cardinales. El Cristo
ya no está en la ermita, lo llevaron a la iglesia y allí ocupa lugar preferente
en el presbiterio. Vimos la ermita, sólo el exterior, pero la rejilla de la
puerta dejaba vislumbrar un interior que aunque recoleto estaba decorado con elegancia
dieciochesca. Entre la abundante y rica arquitectura popular, de cuando en vez
se dejan ver palacios renacentistas, caserones barrocos y, finalmente, la extraordinaria
potencia de una plaza con moderno edificio
para el Ayuntamiento, la iglesia y castillo. Nos llamó la atención una
portada con arco al parecer de la época romana. Y es que, esta tierra, siempre rica y siempre
productiva, ha estado habitada desde los más antiguos tiempos por hombres y
culturas que han ido dejando su poso y su recorrido cultural en una población
que actualmente casi alcanza los 3.000 habitantes, cifra para Aragón, magnífica.
Madoz dice que Calatorao tenía en (1845-50) 1.200 almas, tres molinos harineros
y uno de aceite. Pero su huerta, su hermosísima y fertil huerta, deja una mancha verde
de riqueza en el corazón de Aragón.
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