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GUERRA CIVIL 1936-39
LA MILICIAS POPULARES CATALANAS
EN EL FRENTE DE ARAGÓN
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Tras el asesinato de Calvo Sotelo y la huida de Gil Robles, para evitar lo propio, ya sin oposición política y sin democracia, Franco se suma al pronunciamiento liderado por Mola. Tras el “levantamiento” de África (17/18 de julio) y hasta el 1º de octubre de 1936 se produce un movimiento interno de toma de posiciones, una guerra larvada, en la que las ciudades y los pueblos quedan decantados de una parte o de otra (rojos o nacionales). Es en este contexto, cuando las Milicias Populares salen de Cataluña a hacer la guerra y la revolución en Aragón. Se implanta, allí donde llegan, el Comunismo Libertario. Convierten las iglesias en almacenes y matan a los curas a veces en la plaza pública tras torearlos. Arrasan con todos los alimentos (conserva, perniles, etc.). Destrozan o expolian los archivos y cualquier cosa que fuera artística. Buenaventura Durruti queda asustado de ver el destrozo que han hecho sus secuaces en Sigena. Se creará el CONSEJO DE ARAGÓN. Anarquistas, socialistas, comunistas y los del POUM**, junto a los segmentos más indeseables de la sociedad catalana, dejaron AMARGA MEMORIA de su errática trayectoria por tierras de Aragón. Sirvió de excusa, la Guerra Civil y el deseo de los nacionalistas por recuperar una parte de Aragón, La Franja, que reivindicaban como propia los catalanes y, aún la reivindican una parte de la sociedad catalana, cuando dibuja ese mapa llamado de “Los Países Catalanes” (territorio donde en teoría se habla catalán, como el Rincón de Ademuz ¿?). Sin embargo hubo exceso en todo, se fue a más y hubo quema y expolio de obras de arte (Monasterio de Sijena). Una sentencia judicial de los años cincuenta establecía la devolución de lo expoliado y todavía no se ha hecho. Aquí no hablamos de los bienes de las parroquias que volvieron a obispados aragoneses, hablamos de expolio de guerra, es decir bienes sustraídos mediante la violencia armada y que deben volver a su tierra y a sus dueños legítimos.
Debe devolver (Cataluña) lo que queda ya que una inmensa parte fue, simplemente, quemado en las plazas públicas de los pueblos que ocupaban sin apenas resistencia. Hemos recorrido todo el valle del Alfambra y hemos encontrado, el cien por cien, de los pueblos con las parroquias desbastadas: Desde Gudar hasta Tortajada no quedó una sola iglesia sin profanar, y si alguna pieza se ha salvado de valor artístico es porque los vecinos la escondieron o la recuperaron casi quemada (virgen del Castillo en Corbalán).
Mi madre que nació en Fortanete y murió en el año 1967, me contaba lo que sucedió en su pueblo natal (Fortanete). La cosa fue así de sencilla, Abrieron las puertas de la iglesia y sacaron todos los santos, altares, peanas, vírgenes, etc. etc., al medio de la plaza para prenderle fuego. Hicieron una gran hoguera con todo incluyendo ropas sagradas, cortinas… Como la cosa iba en tono festivo y aprovechando que el vecindario asistía atónito al “espectáculo”, una miliciana se vistió con los ropajes de la Virgen María y subida en una peana, la portaron cuatro milicianos, mientras que otros cantaban canciones sobre la virgen, que desde luego conocían bien. La improvisada procesión se dirigió hacia la hoguera del pueblo para inmolar a la virgen con los otros santos que ya ardían. Sin embargo, un poco antes de llegar al fuego, la miliciana salto con mucha agilidad de la peana y echo a correr bromeando entre la gente. ¡Qué lista es la Virgen! Comentaban los milicianos en tono jocoso. ¡Cómo se escapa del fuego! Además de obras blasfemias soeces, contra la imagen, que debo omitir.
Tal era el tono de una revolución popular que dejó a buena parte de Aragón, sobre todo la parte oriental, en unas condiciones verdaderamente lamentables. Muchas anécdotas se pueden contar de las actuaciones de estas gentes que vinieron y dejaron el territorio destrozado a sangre y fuego. Sorprende que no se hable de todo esto cuando se habla de la AMARGA MEMORIA. Tenemos un montón de casos de sacerdotes asesinados solamente por le hecho de profesar una religión.
** Todavía resuena el eco de la pregunta... ¿Dónde está Andrés Nin? y los comunistas que lo habían torturado y matado contestaban: "En Salamanca o en Berlín".
POUM: Partido Obrero de Unificación Marxista.
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APPORTACIÓN DE NUESTROS LECTORES
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Sobre este tema se puede escribir mucho, tengo documentación relativa al Bajo Aragón.
Dos detalles:
- La culpa de los asesinatos en el Bajo Aragón en los primeros meses de la guerra siempre se les echa a los milicianos anarquistas provenientes de Cataluña. Esas columnas eran columnas de aluvión, es decir, en cada pueblo se iban uniendo personas y a los pocos días se marchaban, eso permitía un rápido avance debido al buen conocimiento del territorio. En cada pueblo se constituyó un comité antifascista, formado exclusivamente por gente del pueblo, y este comité elaboró la lista de denunciados, los detuvo, les hizo un simulacro de juicio, firmó las sentencias y los fusiló. Se apoyaron en las armas que llevaban los milicianos catalanes pero todo lo hicieron los miembros del comité.
Se puede decir abiertamente que a los muertos en el Bajo Aragón estos meses los asesinaron sus propios vecinos.
Las personas muertas en julio y agosto no habían participado en la guerra, no habían disparado ni un tiro, se les detuvo en sus casas y se les fusiló.
Eran personas pobres (igual que los asesinos), pues los pocos ricos que había en los pueblos se marcharon a Zaragoza en cuanto pudieron.
Un dato muy curioso: muy pocos miembros de estos primeros comités fueron fusilados al final de la guerra, algunos estuvieron en las cárceles, otros (los que más directamente habían intervenido) se marcharon a Francia y a Sudamérica. Y todas estas personas sí que habían participado en la guerra no como los muertos de julio y agosto del 36.
- Algunas consideraciones sobre el Obispo Polanco:
Durante los meses de julio y agosto de 1936 fueron asesinados en el Bajo Aragón 78 sacerdotes, 33 religiosos y 8 seminaristas, todos ellos asesinados por la República (socialistas, comunistas, anarquistas, milicianos catalanes, etc.), todos ellos sin ningún tipo de juicio. Simplemente, los amigos de la República iban a la caza del cura.
Cuando se habla de las Chekas pensamos en Madrid pero en cada pueblo del Bajo Aragón hubo una Cheka.
El Obispo de Teruel, Anselmo Polanco firmó en 1937 la carta en apoyo de los sublevados y en contra de la República. ¿Qué otra cosa puede hacer un Obispo al que le están matando a todos los curas que consiguen atrapar? Simplemente se puso de parte de quienes no mataban a ningún cura en Teruel. ¿Se podía poner de la otra parte?
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