Antes del disco fonográfico, los formatos para grabar y reproducir sonido se basaban en cilindros y en la grabación acústica/mecánica. El fonógrafo de cilindro de cera de Thomas Edison, inventado en 1877, fue el primer dispositivo práctico para grabar y reproducir sonido, mientras que el fonoautógrafo de Léon Scott, de 1857, solo podía crear registros visuales de las ondas sonoras.
Luego aparecieron los discos fonográficos o gramófonos, nombre que proviene del invento de Émile Berliner, quien patentó este nuevo sistema de grabación y reproducción de sonido en 1887.
Los sistemas actuales de reproducción de sonido abarcan desde formatos estéreo básicos hasta tecnologías inmersivas en 3D como Dolby Atmos y DTS:X, que se apoyan en audio basado en canales y objetos. La reproducción digital es predominante, utilizando formatos como WAV, mientras que las conexiones de audio ahora se benefician de tecnologías como el protocolo de Internet (IP) para la transmisión a través de redes. La reproducción de alta fidelidad (Hi-Fi) busca la máxima calidad de sonido, y las innovaciones en transductores, como el grafeno, mejoran la precisión de los altavoces.
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