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jueves, 13 de marzo de 2025

Marzo2025/Miscelánea. MORIR DE AMOR, SIN DAGA NI VENENO, UNA HISTORIA QUE SORPRENDIÓ A CERVANTES

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CERVANTES Y LOS AMANTES DE TERUEL

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En la segunda parte del Quijote, Miguel de Cervantes pasa algunas cuentas que tiene pendientes con algunos personajes, que por un una u otra razón, le han incomodado a lo largo de su vida. Pasa cuentas con Sakespeare que le ha plagiado y, sobre este tema Cervantes es muy quisquilloso. Le gusta plagiar, pero no ser plagiado. De ahí la obsesión que tiene con Jerónimo de Pasamonte, a quien plagio, pero, en verdad, le molesta ser plagiado. Si el libro apócrifo del Quijote escrito por el aragonés, es tan malo, no cabe obsesionarse con el tema, como él lo hace. Sin embargo, constatar ante el alcalde de un pueblo (con testigo) que él es el verdadero Quijote, será una de las últimas cosas que haga antes de tornar definitivamente a su pueblo y a la cordura. Pero aquí, lo que interesa es lo que Cervantes conocía de Teruel. Estando en el palacio de los duques de Villahermosa en Pedrola hay una criada que se lama Emerencia, sin duda, se trata del nombre homónimo de la patrona de Teruel: Menciana, Emerencia, o Emerenciana. También conocía la Historia de los Amantes de Teruel. Lo sabemos porque Yagüe de Salas viajó a Madrid con su folletín sobre los Amantes y lo mostró, que sepamos, a Lópe de Vega y a Miguel de Cervantes. Ambos escritores, tras leer o escuchar a Yagüe de Salas le escribieron sendos sonetos. Un tanto burlescos, sí, pero aquí lo que importa, y de lo que se trata, es de determinar que Cervantes conocía la historia/leyenda de los Amantes de Teruel. Debió, sin embargo, Cervantes, obsesionarse con el tema sustancial que plantea nuestra leyenda y es: “morir de amor”. ¿Es posible morir de amor, sin que medie daga ni veneno? Es un asunto que le viene al pelo dado el enamoramiento absoluto de don Quijote con Dulcinea.

Cuando don Quijote vuelve de Barcelona, los duques lo hace llegar a su castillo ya entrada la noche, y le preparan un gran escenario. Alitisidora, una de las criadas de los duques y consumada comedianta, finge haber muerto de amor por don Quijote. Y será, tanto don Quijote como Sancho Panza, los que entren en discusión sobre la verdad del asunto. ¿Pudo Altisidora, llegar a las puertas del infierno? seguramente sí, pero no traspasarlas, porque una vez traspasadas es imposible el retorno a la vida. Sin embargo, la duda siempre estuvo ahí presente pese a que Altisidora declarara, finalmente, el fingimiento: todo fue una burla. Sin embargo, don Quijote vuelve a la carga y piensa que si Sancho fue capaz de resucitar a Altisidora, bien podría desencantar a Dulcinea aplicándose los azotes prescritos. Lo cierto es que al contrario de otros asuntos, en esta ocasión, Cervantes si que se toma su tiempo en el debate y no lo despacha de cualquier modo. Ponemos a continuación el soneto que dedicó Cervantes a Yagüe de Salas y a los Amantes de Teruel.

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