Vistas de página en total

jueves, 13 de marzo de 2025

Marzo2025/Miscelánea. LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS ES UN DEBATE PERMANENTE EN LA SOCIEDAD

 CONCEPTOS PREVIOS

Educar según la RAE:

1.- Dirigir, encaminar, doctrinar.

2.- Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etcétera.

Educar, concepto general:

1.- Poner al alumno en sintonía con los valores de la sociedad en la que vive.

*

EL  CONTEXTO

Si partimos de la Ilustración, que fue el primer momento en que se intentó llevar la educación a grandes grupos sociales, el nombre de esta actividad potenciadora de las cualidades del individuo no ha cambiado mucho. Desde mediados del siglo XIX se le llamó Instrucción. El organismo ministerial que nació en Fomento se llamó Ministerio de Instrucción Pública. No cambió el nombre durante la II República Española. Fue tras la Guerra Civil (36-39) con el ministro Ibáñez Martín cuando pasa a llamarse Ministerio de Educación y Ciencia, hasta la fecha. El cambio fue sugerido por la ONU (dicen algunos).

¿CÓMO EDUCAR?

El término Educar o Educación es bastante complejo y su ejercicio todavía más. Las sociedades cambian y los valores, también. Por eso hay siempre dos vectores: el progresista que tiende a cambiar los valores y el conservador que tiende a perpetuarlos.

La imagen que hemos colocado sobre estas líneas muestra un colegio que pretende mantener en su curriculum los valores “permanentes” de la sociedad, los valores de siempre. Es un colegio religioso, lo señalan claramente y, es una opción que muchos padres adoptan: mantener los valores tradicionales como forma de no equivocarte.

Por otras parte están los colegios públicos cuyo curriculum está controlado por la Alta Inspección del Estado (muy decadente hoy día) y sigue la directriz del gobierno de turno y aunque hay alternancia en el poder no la hay en la plasmación de los valores por dejación del partido conservador. De modo que, los valores que se implementan en la escuela pública son los del ideario socialista. Y, esto lo digo, porque lo he sufrido o padecido como maestro.

Pero vayamos a un caso práctico y que supera el ámbito escolar. ¿Con que criterios educo yo a mi hijo? Hay tres opciones.

La primera es la tradicional la autoridad la tienen los padres y los hijos obedecen a pies juntillas sus propuestas. En este caso, al hijo se le “inculca” unos valores determinados si el padre es progresista irán en ese sentido y si es conservador irán en el propio. Inculcar es introducir en la mente de otra persona, sin un proceso racional y previamente debatido, unos valores o principios.

La segunda opción es la que cuestiona la autoridad del padre (de los padres, epiceno) y el proceso tienen que ser permanentemente debatido. Todo se negocia. Pero aquí hay una negociación asimétrica. El padre es una persona madura (o se le supone) y el hijo está en un proceso de formación y por lo tanto de maduración. No es posible un debate serio y sustancial entre ambos extremos.

Hay una opción intermedia que consiste en mantener la autoridad paterna y debatir aquellas cuestiones en las que el hijo tenga ya, capacidad para decidir. Por ejemplo, a qué colegio va el hijo, esto es responsabilidad de los padres, porque el hijo se puede dejar llevar por banalidades (amigos, campos de deporte, etc...).

En conclusión, para que los valores que trasmitamos a los hijos sean eficaces, primero los tienen que tener claros los padres. Cómo educar al hijo si yo nos estoy educado. Cómo instruir al hijo si yo no estoy instruido.

La educación es una cadena de transmisión de valores. Si una sociedad no los tiene claros es que está en crisis. En la época de mayor esplendor de la historia de España los valores estaban perfectamente definidos y España era el país de Europa con más universidades. En esta época se escribió El Quijote, obra hasta la fecha no superada.

*

CASOS PRÁCTICOS

Para salir de dudas pongamos algún caso en concreto y uno de los más peliagudos es el del aborto. Si se analiza con detenimiento, no hay polémica. El VALOR mayor del hombre (epiceno) es LA VIDA. Por lo tanto, la vida es el primer valor del hombre y de la sociedad en su conjunto. La vida desde que se concibe hasta la muerte y nadie ni nada debe interferir en ese proceso. De ahí se deduce que la vida es un valor pero, el aborto; el aborto no pude serlo. Algunos (epiceno) dicen que es un DERECHO y otros que es un ASESINATO. En cualquiera de los casos  el aborto NO ES UN VALOR. Podrá ser un derecho, pero no un valor, ni de la sociedad en su conjunto, ni del individuo en particular. Por lo tanto, la escuela y la familia debe educar en el VALOR de la VIDA, no en un derecho, por otra parte, muy contestado.

Conviene que las familias analicen, punto por punto, cada unas de las cuestiones polémicas que se plantean en la sociedad actual.

***
**
*