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viernes, 14 de marzo de 2025

Marzo2025/Miscelánea. ¿ES LA CORRUPCIÓN UN MAL ENDÉMICO DE NUESTRA SOCIEDAD?

Y es que hay quien dice que el sexo pagado es más económico a la larga. Al menos, esto se asegura en la pintada que hay en la calle Bajo los Arcos, de Teruel.
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LA CORRUPCIÓN SIEMPRE LA TENDRÉIS CON VOSOTROS

Solamente durante el actual periodo de la historia (Edad Contemporánea) la corrupción ha tenido un papel relevante en la política y una contestación social contundente. En la Edad Contemporánea el poder reside en el pueblo (al menos eso dice la constitución), pero en los periodos anteriores quién se atrevía a pedir cuentas al rey, al emperador o al dictador o sátrapa de turno. En España la corrupción como enfermedad política comenzó con la restauración borbónica (Alfonso XXII) un sistema que establecía la alternancia en el poder pero, solamente de forma teórica (el que tenía el poder ganaba las elecciones). Ya se lo dijo Alfonso XII en su lecho de muerte a su mujer: “de Cánovas a Sagasta y, cuídate el coño”. Con Alfonso XIII y la guerra del protectorado de Marruecos la corrupción ya fue un clamor: “con la sangre de nuestros hijos se hace rico el rey” decía el pueblo. Sin embargo, su utilidad política para tirar al adversario del poder comenzó a dar su fruto en la II República con el asunto del Estraperlo. Se acusa al presidente de la república de recibir regalos por la instalación de máquinas tragaperras y esto, entre otras cosas, obliga a convocar elecciones. Durante la dictadura de Franco, la corrupción corre sottovoce. Tras la dictadura de Franco, los casos de corrupción se han disparado en España. No es que haya más. Es que son más y mejor conocidos por la opinión pública. La prensa (cuarto poder) los airea sin dificultades. Todavía Felipe González se fue de rositas tras numerosos escándalos, sin embargo, tras la última crisis económica, los asuntos de corrupción han ido creciendo desproporcionadamente. El rey Juan Carlos I, sin que mediara juicio, está en un exilio voluntario. En la actualidad, PP y PSOE se acusan mutuamente. La Gurtel o el caso Coldo, son asuntos que conoce la opinión pública por su presencia constante en la prensa.

Los corruptos carecen de moral, eso es evidente. Pero, lo que más fastidia (donde pone fastidia, viene otra palabra retirada por la autocensura) al pueblo, es decir a las clases medias, que son las que pagan los impuestos, es que tengamos que pagar las queridas y juergas de algunos políticos y ahí incluimos al emérito.

Parece una burla que, mientras nos sangran a impuestos, dicen que necesarios, unos se enriquezcan y otros no realicen la necesaria vigilancia y control del gasto del Estado.

Europa occidental, la vieja Europa, se está empobreciendo a marchas forzadas y eso se constata en la subida desproporcionada del Índice de Precios al Consumo y que la gran política se haya pasado al Pacífico. Europa parece una residencia de la tercera edad, que necesita asistentes de África. Todo ello, reflujo de la II Guerra Mundial.

Pero, el ciudadano se pregunta, ¿cesará algún día la corrupción? Y la cosa no pinta bien. Ya lo dijo Jesucristo que, por ser Dios, todo lo sabe: “A los corruptos siempre los tendréis con vosotros”. O dijo, a los pobres. ¡Vaya! Ya me estoy haciendo un lío. Y es que, estoy viendo en la televisión a Coldo, Aldama, Ávalos, al “hermanísimo”...

 Unos niños han inventado una nueva adivinanza que corre por los móviles y dice: "Una señora muy aseñorada que vive en la Moncloa y nunca dice nada". ¿Quién es?

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