EL CANON MINERO
En 1868 comenzaron a darse una serie de cambios importantes en relación con los recursos mineros y energéticos. En ese mismo año se aprobó la Ley de Bases sobre las Minas, que simplificaba la adjudicación de concesiones y ofrecía seguridades a los concesionarios. Se trató de una evidente liberalización del sector, ya que las concesiones eran a perpetuidad a cambio del pago de un canon. Al año siguiente se aprobó otra legislación que permitía la libre creación de sociedades, entre ellas las mineras. Estaríamos hablando, en los inicios del Sexenio Democrático, de una verdadera desamortización del subsuelo, como antes se había hecho de las tierras amortizadas.
César Ordax-Avecilla y Urrengoechea
Nació en: Madrid, 1844
Falleció en: Madrid, 1917
César Ordax-Avecilla y Urrengoechea nació en Madrid el 17 de diciembre de 1844. Escritor, periodista y político español, fue miembro de numerosas sociedades políticas y benéficas, así como gobernador civil de las provincias de Cuenca, Lugo y Zamora. Como periodista fue uno de los fundadores del periódico satírico barcelonés El Tío Camueso (1867); así como director en Teruel de La Bruja (1875), El Recreo Turolense (1876) y El Turolense (1876-1879, llamado después La Provincia); redactor del periódico madrileño La Igualdad (1868); y corresponsal, entre otros muchos periódicos, de La Bandera Roja, El Zuavo, El Pueblo, La Discusión, Diario de Avisos de Zaragoza, El Comercio Aragonés, El Mercantil Valenciano, El Manifiesto, La Izquierda Dinástica, La Democracia, La Ley, La Idea Moderna, La Época, La Defensa Profesional o La Revista de la Cruz Roja. Fue autor de obras dramáticas como La envidia (1913), Amor de novela (1915), Dios sobre todo (1916), La justicia del pueblo (1916), Las damas de la Cruz Roja Española (1916), Ya tengo mi hombre (1916), ¡Las Cándidas! (1916), Del mal, el bien (1917). Publicó también la obra Para los míos, entretenimientos literarios (1912). Ordax-Avecilla murió en su ciudad natal el 21 de octubre de 1917.