CUARENTA AÑOS DE AUTONOMÍA
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Desde Fernando II de Aragón nuestra
tierra es más española que aragonesa. Aquí, el sentimiento nacionalista es “flojico”.
Andalán (aldabón del regionalismo/autonomismo) tenía poquísimos suscriptores (yo tengo encuadernados todos los números) y
los partidos del terruño (PAR y CHA) viven de las migajas que les echan los
partidos centralistas (PSOE Y PP). En España el impulso nacionalista (léase, autonomista)
lo han llevado por bandera Cataluña y el País Vasco. Se creó un estado
autonomista para satisfacer a estos dos territorios y, al resto, hubo que
hacerle un calzado a su medida.
Cuarenta años después sigue sin
cuajar el tema de las autonomías y, aún más, es posible que haya creado más
rechazo al ver los inconvenientes que crean estos verdaderos reinos de taifas
en temas como la sanidad o la educación.
Van en huida hacia adelante para no
quedar descolgados los políticos que sustentan este sistema… pero, este modelo
de estado no cuaja entre la ciudadanía. Sí que es posible que lo defiendan
aquellos que cobran de la autonomía los 90.000 o los 125.000 euros anuales:
consejeros, directores generales, delgados del gobierno, etc. etc. Y, qué decir
de la comarcalización de Aragón… ¿también fue una petición del pueblo aragonés?
Tenemos más puestos que militantes,
decía un dirigente del PAR en cierta ocasión. Y, es que hay una loca carrera
por lograr un “enchufe”.
¿Y la luz?... La luz por las nubes
(gracias).