LOS ANTISISTEMA Y EL PODER
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Por Chusé María Cebrián Muñoz
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En la recta final de la campaña electoral del 22-M hace su aparición, en todas las capitales de provincia de España a la vez, un movimiento llamado 15-M que pretende ser la conciencia viva de una España desahuciada por la crisis económica, el paro y el mal gobierno de unos políticos ineficaces y corruptos. Conforme van llegando a las capitales de provincia y en nuestro caso a Teruel, donde nos conocemos todos, vemos que el movimiento está orquestado desde “fuera” y que las demandas sociales no son genuinas ni endógenas. La plantada de tiendas y cartelería viene con el “placet” del Ministerio del Interior que no manda a la policía a desalojar los espacios públicos ocupados como bien sabemos que hace en otros casos, por ejemplo, Teruel Existe. Este movimiento (Teruel Existe) recibió una fuerte multa por alterar el trayecto de una manifestación autorizada. Por otra parte el Gobierno Civil no puede declararse ignorante cuando los ocupas están en su misma puerta, en la plaza San Juan. Las personas que inician la movida, provistas de pasquines insultantes (políticos chorizos, chulos, etc.), arremetieron contra nosotros al preguntarles, educadamente, si tenían autorización para arrasar con la propaganda oficial de los partidos. Estos señores, partidarios según dicen de la “democracia real”, siguieron cargando con todo lo que pillaron por delante: pintaron las caras de los políticos, los taparon con pasquines insultantes, llenaron los espacios públicos de carteles y lo que es más grave, violaron a sabiendas el día de reflexión. ¿Qué han hecho las autoridades públicas para salvaguardar los derechos de los ciudadanos? Nada en absoluto. Concluidas las elecciones del día 22 de mayo y visto que su democracia “real” (violar todas las normas) no ha servido de nada, prometen seguir dando el tostón en la plaza San Juan una semana más, al menos. La movida, de tamaño “Nacional” y con repercusión en buena parte de la prensa extranjera, no ha tenido el éxito que se esperaba y el PP ha arrasado en las Elecciones Autonómicas y Locales. Sin embargo, vista la comprensión y la simpatía de los algunos ciudadanos justamente indignados por los efectos de la crisis en sus vidas y haciendas, paro, bajada de salario, subida de los combustibles, etc. etc. ya se está pensando en prolongar el estado de ánimo hasta las elecciones generales. Sicológicamente esta movida produce un desahogo en el ciudadano que podría evitar castigar otra vez al Gobierno en las próximas elecciones, pues la crítica va dirigida a todos los partidos: todos los políticos son iguales y todos deben de pagar lo mismo porque son una “clase” privilegiada. En definitiva la coartada es perfecta. Primero: la crisis es general, la padecen todas las naciones y nace en el seno sistema capitalista (los bancos son los culpables). Segundo: la culpa se reparte entre todos los partidos. El PSOE en el poder no es el principal culpable, es más, los socialistas ven con simpatía a estas pobres gentes que van al paro y padecen penurias. Los socialistas son los amigos de la clase obrera. Nos preguntamos, pues, hasta que punto estas gentes tan ingenuas (ocupas, ácratas, parados, etc.), no están siendo manipuladas por ese personaje tan “maquiavélico” que campa en el Ministerio del Interior. Ese que legaliza a Bildu, brazo político de ETA. En conclusión, la partida no ha terminado y de aquí a las elecciones generales hemos de ver cosas sorprendentes. Que la gente haga memoria de lo que ha pasado en los prolegómenos de pasadas elecciones y comprenderá muchas cosas. El poder no se cede sin lucha y la lucha por el poder legitima.
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