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Esta ficha está tomada de la tesis doctoral de Juan Carlos Lozano López. Se trata de un retrato de San Francisco Javier obra del pintor Vicente Berdusán. Es una de las obras pictóricas más importantes, junto al San Francisco de Luis Tristán, que posee Encinacorba. La obra está catalogada con el número 67 y fue pintada entre los años 1696-97. Situada en la sacristía en lugar preferente ha sido, ¿por obra de ignorantes?, relegada sobre el dintel de la puerta que separa las dos sacristías de la iglesia. Un lugar, para tal cuadro, inapropiado por las corrientes de aire y el proceso de deterioro que puede sufrir. Decía Calderón de la Barca que "no importa errar en lo menos si se acertó en lo principal". Lo que sucede aquí es todo lo contrario, se erró en lo principal. Con estas actitudes y conductas, no es extraño el aserto que sitúa a Encinacorba como laboratorio de desintegración del patrimonio.
¡Qué Dios nos pille confesados!
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