Cruz de Término o Humilladero
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Hasta fechas recientes el viajar era una cosa rara entre la mayor parte de la población. Pero, además, entre los viajeros, había una gran inseguridad en los caminos. Los bandidos aprovechaban los grandes espacios abiertos y desprotegidos para atacar las caravanas. Por ejemplo, el Alcázar de Teruel nace para defender las caravanas que hacían la ruta Zaragoza-Valencia y viceversa. Estas caravanas o agrupaciones de personas que viajaban unidos para una mayor defensa eran atacadas en puntos específicos. Concretamente, en Teruel, hasta la unión de los dos ríos (Guadalaviar y Alfambra) bajaban desde Albarracín (llamada popularmente "cueva de ladrones") a saquear a los viajeros. Por esa razón antes de llegar Alfonso II a fundar la ciudad ya había aquí una pequeña fortaleza que daba seguridad al viajero (El Alcázar, en la Judería, del que queda todavía el torreón de Ambeles). La seguridad solamente existía dentro de los muros de la población. De esta manera cuando llegaba la noche entraban dentro del recinto amurallado personas y animales (ganado). Así, en Valencia, el que quedaba fuera de los muros al ponerse el sol y desprotegido se decía que quedaba "a la luna de valencia". Los muros de una población tenían su mayor función defensiva en este tema que tratamos que en la guerra propiamente, aunque existía un temor grande a los moros. Hubo muchas poblaciones que nunca fueron atacadas por los moros, pero sí por los bandidos y las alimañas.
El temor al bandidaje hizo que se creara en el siglo XV la Santa Hermandad y, en el siglo XIX, tras el intento de José Bonaparte de crear una policía, el duque de Ahumada crea la Guardia Civil. En el siglo XX se crea la Guardia de Asalto precedente de la Policía Armada y ahora Policía Nacional.
Por estas razones viajar era muy peligroso. Así, al llegar a una población, el viajero bajaba de su cabalgadura y, arrodillándose (humillándose), daba gracias a Dios por el buen término del viaje. Así nacen las Cruces de Término, Humilladeros o Cruceiros. Por esta razón no hay que confundir un peirón con una Cruz de Término de viaje.
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Se trata de una cruz de término que
desde su construcción original en el siglo XV ha sido sometida a varias
modificaciones. Su ubicación original era el camino real que unía Villarroya de
los Pinares y Aliaga a su paso por Miravete, junto al río Guadalope. Fue
destruida en 1936, a excepción de la cruz de coronación que fue guardada por
los vecinos. En 1953 se reconstruye el peirón a unos doscientos metros de su
ubicación original en el margen de la carretera que une Villarroya y Aliaga,
donde anteriormente se encontraba el peirón de San Roque.
En la actualidad está compuesta por
las siguientes partes: basamento con dos peldaños, pedestal, columna de cemento
y cruz. Del peirón medieval sólo queda la cruz, que actualmente ha sido
reemplazada por una réplica ya que la original se custodia en el ayuntamiento
de la localidad. Esta cruz, esculpida en piedra caliza, es el elemento más
valioso ya que es una muestra de estilo gótico con gran valor artístico. La
cruz arranca de un zócalo esculpido con la representación de varios ángeles. En
la parte inferior de la cruz encontramos a los doce apóstoles. La cruz está
decorada en ambas caras con motivos figurativos, vegetales y arquitectónicos.
En una cara está Jesús crucificado, con la Virgen y San Juan a sus pies. En la
otra se representa a la Virgen con el niño acompañada por cuatro ángeles
músicos. (Tomado de SIPCA)
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