Estamos en la recta final del otoño meteorológico y pasados dos tercios del astronómico. Una de las mejores formas de aprovechar estos días tan cortos es sentarte en una terraza del Óvalo, balcón de Teruel hacia poniente, y barbacana o antepecho de la muralla. Quedarte quedo, mientras el sol rompe sus últimos rayos por la Muela, es una experiencia... casi, casi, religiosa.
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