PASÓ EL 20-N SIN NOVEDAD
("Españoles, Franco ha muerto")
Para mantenerse en el poder, los que lo ambicionan, han dado muestra de una incansable ansiedad. Franco la colmó con los acuerdo con EEUU, por los cuales o mediante los cuales, cedía la soberanía de las bases militares de Morón, Rota, Torrejón y Zaragoza a EEUU. Las bases situadas en territorio patrimonial o histórico peninsular de España, nadie que no fuera un dictador, se hubiera atrevido a tanto.
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HOY, EN LA PRENSA
Sánchez abre la puerta a la "ultraderecha"
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El PSOE vota con la derecha y ultraderecha
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Todas estas noticias y muchas más están en la prensa de hoy, 21 de noviembre del año 2024. Son votaciones y acuerdos estratégicos de los partidos para mantenerse en el poder. Si echamos la vista atrás, vemos que Franco ya practicaba esta política. Pasó de pactos con el fascismo, a pactos con los EEUU (la primera democracia del mundo), pasando por el Vaticano y constituyendo el Estado Nacional-Católico. A pesar de los retortijones ideológicos y a consecuencia de todo ello, Franco no dejó de ser un dictador y, Sánchez, no deja de ser socialistas (o sí).
Por su trayectoria siempre he sostenido que Franco no era fascista. Era un militar, pero no era un pensador. No emitió doctrina. Desde siempre fue monárquico, si a eso se le puede llamar ideología, más bien podríamos hablar de tradicionalista. Franco nació en una monarquía y murió en una monarquía. Dejó a Juan Carlos I con poderes absolutos, como los que tenía él. Y esto me reafirma en su papel de dictador y no de ideólogo. Otra cuestión es la violencia que ejerció para obtener y poder y la que ejerció cuando tuvo el poder y que le define junto a la falta de libertades como dictador. Para ejercer la violencia tienes que estar autorizado por el poder legítimo. Por ello, nadie puede acusarle de violento cuando reprimió la Sublevación de Asturias o golpe de Estado de Asturias.
Si se mira la prensa de ayer, día 20-N, fecha de su muerte, ningún diario, ningún partido o grupúsculo ideológico salió en defensa de Franco. Se podría salir en defensa de la Falange, porque la Falange si era fascista, pero, tampoco. Parece ser que la nueva ultraderecha marcha por otros derroteros y desarrolla otras estrategias, más populistas.
Otra cuestión es que, por motivos meramente estratégicos, se quiera mantener la figura de Franco viva... Sacar su cadáver de paseo...
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DURRUTI, JOSÉ ANTONIO Y FRANCO
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A Franco lo ha resucitado el PSOE. Franco siempre fue monárquico, fue padrino de su boda Alfonso XIII. Quien lo apellida de fascista se equivoca o no sabe nada de la ideología fascista. A tal efecto hay que deslindar la violencia de la ideología. El consideraba su Gobierno un "interregno" con el fin de instaurar una NUEVA monarquía (la del 18 de julio) sin las ataduras del pasado. Su régimen Nacional-Católico es la prueba de cuanto decimos. El fascismo se basa en la supresión de Dios y la elevación del Estado al poder máximo. Mussolini o Hitler eran fascistas, franco, pudo ser violento (que lo fue), pero nunca fue fascista. Quien predicaba una ideología fascista afín a la de Mussolini era José Antonio Primo de Rivera. Por el contrario, el tercero en disputa, Buenaventura Durruti era Anarquista. Estos últimos proponen todo el poder para la Asamblea. Franco estableció alianzas a conveniencia: con Hitler, con la Santa Sede y, no se olvide, lo afianzó en el poder EEUU (primera democracia del mundo), a quien le cedimos Cuatro Bases con Soberanía (¡ojo!). Franco compró armas a Italia, Alemania, Francia e Inglaterra entre otros (los servicios de inteligencia ingleses trabajaron para Franco durante la guerra)...
En definitiva, el "franquismo" se agotó en si mismo y no creó doctrina. Tienen una fundación (Fundación Franco) en la que se preserva la memoria de los años de Gobierno del dictador. Franco creó el Movimiento Nacional, una amalgama de falangistas y requetés, prueba evidente de que aquello no tenía ni pies ni cabeza. Si Franco (era militar y no pensador) hubiera creado una ideología, llamémosle franquista, seguramente las excursiones (e incursiones) del PSOE hasta su tumba no hubieran sido tales. Pero, ese día de la exhumación de los restos de Franco, no hubo ni la más mínima movilización por parte del pueblo español (ni grupo alguno). Franco está muerto y bien muerto, no dejó ideología que pudiera inquietarnos y lo que quieren muchos españoles es que se pase página. Nada queda ya de aquella: "INQUEBRANTABLE LEALTAD AL CAUDILLO".