LA LLEGADA A LIBROS
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Era una mañana otoñal de domingo
y bajábamos tranquilamente de Villel a Libros por una carretera que, si a
diario se hace insoportable, en esta ocasión y con escaso tráfico fue un
delicioso paseo. La ribera del Turia, con su frondosa vega y sus chopos
otoñales ofrece rincones de singular plasticidad cromática. Cuando se haga la
A-40 (todavía no se tiene noción del siglo) será ésta, una ruta turística en la
que, realizando pequeños apartaderos como el de la Peña del Cid, podrá
disfrutarse de la naturaleza en estado puro surcando la vereda del río Blanco o
Guadalaviar.
Bajábamos, pues habíamos quedado
con el párroco Juan Domingo para visitar la singular iglesia neoclásica de San
Juan Bautista, cuando a nuestra memoria acudieron las palabras de Ubieto que
sitúan el origen documentado y medieval de la aldea: “En abril de 1196 Alfonso II de Aragón y el maestre de la orden de
Santa María de “Montegaudio” dieron a la orden del Temple el castillo de Libros”,
todo ello, según el Fuero de Alfambra. Nada vimos del castillo y sí de altas y
quebradas peñas. En esas estábamos cuando tras una curva aparece el cartel
indicador de la localidad y una suerte de caserío lleno de chatarra y maquinaria
que rompió, de cuajo, el encanto del valle y su paisaje. Paramos un instante por
ver qué era aquella locura y quedamos asombrados. Pero lo más chocante fue que,
junto a una pira de tubos de escape de motor, se encontraba un árbol del que
pendían los deliciosos Diospyros Kakis. Tomamos, sin permiso del dueño, un
fruto para probarlo y, en efecto, esta fruta subtropical estaba deliciosa sin
pizca del aspror que le da el tanino en otros lugares. Con todo, la fruta fue
un consuelo y la chatarra la dejamos en las siguientes fotos. Luego penetramos
en el pueblo y, de lo visto y lo hablado, publicaremos más en otro capítulo.
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LIBROS EN EL MADOZ
(1845-50)
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LIBROS: lugar con Ayuntamiento en
la provincia Partido Judicial y diócesis de Teruel (5 leguas) Audiencia
Territorial de Zaragoza y Capitanía General de Aragón. SITUADO: en un barranco
debajo de un elevadísimo peñasco, resguardado de todos los vientos; goza de
buen CLIMA y las enfermedades más frecuentes tercianas. Se compone de 176 CASAS
de muy mala construcción, algunas de ellas metidas dentro de cuevas; tiene una
escuela de primeras letras; casa para la municipalidad; iglesia parroquial (San
Juan Bautista) servida por un cura de entrada y provisión ordinaria y un
cementerio que en nada perjudica a la salud pública. Confina el TÉRMINO al Norte
con Villel; Este Riodeva y Cascante; Sur Torrealta (Partido Judicial de Chelva)
provincia de Valencia, y Oeste Tramacastiel, extendiéndose en dirección de cada
uno de los puntos 5/4 de legua; en el se encuentran varias minas de azufre, que
en la actualidad se benefician por diferentes asociaciones, siendo las más
aventajadas las que explota la sociedad de Zapateu y consortes, que además de
una magnífica fábrica con toda clase de almacenes, habitaciones y oratorio,
cuenta con diversos hornos de fundición, cuya invención es debida al profesor de
farmacia D. Pedro Lagasco; los productos químicos, particularmente la flor de
azufre, son de la más superior calidad. El TERRENO es desigual cubierto de
monte bajo; báñale el río Blanco o Guadalaviar, con cuyas aguas se riegan
varias huertas y diferentes trozos de terreno; la agricultura sin embargo de la
bondad de las tierras, está sumamente abandonada; tiene 486 yugadas de primera
clase, 774 de segunda y 1.060 de tercera.
Los CAMINOS comunican con los pueblos limítrofes en mediano estado. La CORRESPONDENCIA
se recibe de la administración de la
capital de la provincia. PRODUCE: trigo, cebada, avena, maíz, cáñamo, nueces,
frutas, patatas, vino y legumbres; cría algún ganado lanar y poco vacuno y hay
caza de conejos, liebres y perdices. INDUSTRIA la elaboración del esparto que
es casi la ocupación principal d estos habitantes. POBLACIÓN: 257 vecinos, 630
almas. RIQUEZA IMPONIBLE: 37,486 reales. Paga de contribución 8.006 reales.
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Almacenes al aire libre.
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Casa de la chatarra.
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Entrada a la población.
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Kakis en Libros
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Río Blanco
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