De paso por Teruel (fin del verano y principio del veroño) he observado que ha quedado poca gente, sin embargo, cabe agradecer la preocupación del ciudadano encargado de dar cuerda al reloj de sol de la catedral de Teruel. Siempre marca la hora exacta. Antes de marcharse el obispo a Málaga debería renovarle el contrato. ¡Gracias!
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Las placas de las calles son un imán para los electricistas y para las bajantes. Hay dos placas que se llevan la palma en Teruel, a saber, la de la calle de los Amantes de Teruel (la mal rotulada: calle Amantes) y la de la cuesta de San Pedro (Hartzenbusch): "Im-presionantes"
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