Los apenas 100 kilómetros que separan Cantavieja de Teruel se hacían/hacen muy largos debido a los cuatro puertos (Cabigordo, Sollavientos, Villarroya y Cuartopelao) además de lo sinuoso de la carretera y el deficiente estado de conservación (ahora está recién asfaltada). Por estas razones y otras muchas de carácter paisajístico y ambiental, se solían hacer al menos tres paradas: Allepuz (por sus famosos almuerzos); Villarroya (en el bar de la curva) y Fortanete (ahora en La Muralla). Llegando a la fonda de Cantavieja ya dominabas todo el Maestrazgo. La carretera es autonómica y antiguamente fue la ruta de la lana, cuando Teruel era rico, de aquello solamente quedan los "pilones" en tres de los cuatro puertos (en el puerto de Villarroya no hay pilones).
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