ENCINACORBA Y SU PATRONA LA VIRGEN
DEL MAR
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Por Chusé María Cebrián Muñoz
Para entender cómo la villa de
Encinacorba adoptó a la Virgen del Mar como patrona y, como, este año 2024 el
Ayuntamiento, ha renunciado a tal patronazgo, expondremos muy sucintamente los
hechos.
La talla de la Virgen del Mar es una
escultura gótica de finales del siglo XIV relacionada con la escuela borgoñona.
En la segunda década del siglo XVI coincidiendo con la pérdida de la isla de
Rodas por parte de la Real y Soberana Orden del Hospital de San Juan de
Jerusalén (en adelante Sanjuanistas) la imagen llega a la villa de Encinacorba
traída por el comendador Jorge de Sena. Será a finales del siglo XVIII cuando
los Sanjuanistas construyan su suntuosa capilla rococó en el templo de Santa
María la Mayor de Encinacorba. En el año 1834 se constituye Ayuntamiento en la
villa y en el año 1841 se produce la desamortización de las propiedades de los
Sanjuanistas en la villa. Tres familias
adquieren el grueso de las posesiones Sanjuanista principalmente pastos,
bosques y las mejores fincas junto a otras posesiones urbanas. En Encinacorba
como consecuencia de la desamortización de Mendizábal aparecen las clases
sociales, ricos, pequeño agricultor y los pobres.
La crisis del siglo XIX,
particularmente a partir de mediados de siglo (se considera el año 1850 como el
final de la Pequeña Edad de Hielo), tiene tres vertientes: el hundimiento de la
ganadería. El nacimiento del sector agropecuario y el boom demográfico.
Llegamos, pues, a finales del siglo XIX con una gran crisis. La población llega
a los 1200 habitantes. En el año 1880 nace la Banda de Música de Encinacorba
que funciona como complemento de la renta agraria (en cada casa un músico).
En este momento histórico, finales
del siglo XIX y principios del siglo XX, debido a esta profunda crisis, nace la
devoción a la Virgen del Mar: La novena, los gozos, la indulgencias concedidas
por el Vaticano, el himno a la Virgen del Mar, la peana, las jocalías, etc.,
etc. Unido a esta parafernalia devocional aparece el Dance (el más tardío de Aragón) y la
rogativas. Enrique Gómez señalaba que tras meses sin llover las rogativas
llegaba a alcanzar los cuarenta días (de misa y
procesión) y a ellas acudían los pueblos de la zona, entre ellos
particularmente, Codos.
Así pues, la villa de Encinacorba
acogió a la Virgen de Mar como su patrona. De manera práctica vemos este
patronazgo en la dichas fiesta patronales, en las cuales, el Ayuntamiento
vestido de gala con la banda y escudo municipal ocupa lugar destacado en el
primer banco de la iglesia, lado del Evangelio y junto a la capilla de la
Virgen del Mar. De la misma manera, ejerciendo este patronazgo el consistorio,
tras el sacerdote, preside las procesiones.
Así estaban las cosas, siguiendo una
tradición más que centenaria, en el año 2032 se cumplirá el 200 aniversario de
la constitución de los Ayuntamientos, cuando este año 2024, el Ayuntamiento
socialistas, decide, sin explicación alguna, rescindir el patronazgo. Sus
obligaciones como patronos consistían en atender las necesidades de la capilla
y peana de la Virgen del Mar.
El Ayuntamiento de Encinacorba ya no
colabora en el sustento de las necesidades de la Virgen y su Capilla pero, (¡oh sorpresa), no ha renunciado a los
beneficios publicitarios de seguir con el boato de presidir la misa y la procesión
con la banda propia de los concejales de la villa en el día de la fiesta mayor.
Debería saber el Ayuntamiento que el
honor de su presidencia le corresponde por ejercer el patronazgo. Pero, ahora,
ya no es de recibo asistir como institución municipal a los actos religiosos.
A la Virgen del Mar, una figura
religiosa, la hace patrona de la Villa, como así sucede en cientos y cientos de
municipios de España, el Ayuntamiento, ya que éste acoge en su seno sin
distinción (raza, sexo, religión etc.) a la totalidad de habitantes de la
villa. Pondré un ejemplo que aclarará la cuestión. Este año el Ayuntamiento y
la Comarca han patrocinado un día del Orgullo LGTBI+ en una población en la que
en invierno duermen ochenta personas con una media de edad de ochenta años.
Debe el Ayuntamiento de Encinacorba
rectificar ya que en su programa electoral prometía: “RESPETAR LAS TRADICIONES”.
Respalda este escrito. Esther Auré
Casanova candidata no electa al Ayuntamiento de Encinacorba por el Partido
Popular.