El dulzor de la uva lo descubren rápidamente los pájaros que se posan sobre el racimo y lo pican. Seguidamente llegan las avispas y chupan el líquido del grano abierto. Para salvaguardar la uva hemos colocado un malla. Estos racimos que aquí se ven, son conocidos como moscatel de Alejandría y origina el licor de moscatel Virgen del Mar. Hoy solamente degustado por algunos particulares que lo elaboran en casa.
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