Es seguro que no somos tan liberales
y tolerantes como pensamos. Yo no soy racista, dice uno. Yo no soy clasista,
dice el otro. Yo soy solidario, dice un tercero… Hasta que por fin llegamos a la política y dicen: yo admito todas las
formas de pensamiento… Así hablaba el progresista hasta que topó con Vox. Un
partido constitucionalista y legal. Tan legal o más que batasuna heredera de
los aterras y que lleva en sus listas electorales a convictos de actos
terroristas y pacta con el Gobierno.
Por qué los partidos de izquierda
claman contra Vox que no ha matado ni una mosca y a menudo se sienten víctimas
de los excesos de gente extremista de izquierda??
Estos gritos de los partidos de
izquierda y extrema izquierda contra Vox, unas veces, y contra la “derecha y
extrema derecha” otras, no tienen otro objetivo que movilizar a sus propios
militantes desmoralizados.