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sábado, 27 de febrero de 2021

Febrero2021/Miscelánea. ENCINACORBA ¿INSÓLITA?

Lo insólito sería todo  lo contrario, es decir, que sucediera algo. Más allá  de las tareas del ciclo agrícola pocos sucesos  interrumpen la monotonía de una población muy mermada de habitantes. Cuando cae la noche, un silencio espeso recorre las calles hasta el amanecer apenas interrumpido por los ladridos de los perros de Juan si acaso se cerca alguna alimaña. Por la mañana, las novedades son la llegada de la secretaria, el médico y el enfermero. La farmacéutica viene por las tardes. De vez en cuando pasa la furgoneta del Ayuntamiento y a las once acuden al casino (bar) las mujeres a comprar el pan. El casino es el centro social esencial. A veces, entre tanta soledad, apetece ver gente y esto no podría ser posible si no existiera el bar. Sin embargo, en la carretera que nos une con Cariñena, siempre hay tráfico: Los albañiles, los fontaneros, los de ADIF, SEPRONA y las furgonetas de reparto de paquetería, así como los camiones que van al secadero, son los vehículos más habituales.

Algunos vecinos marchan a la poda y recogida de sarmientos, mientras otros hacen leña o preparan el huerto. Sucesos extraordinarios son la muerte de algún vecino o algún robo (el último esta semana). La misa, a la que acuden una media de 20 vecinos es el domingo a las 12:30 horas y el cura, que tiene casa en la villa, se ha ido a vivir a Aguarón.

Para las compras más necesarias hay que bajar a Cariñena y en otras ocasiones a La Almunia de Doña Godina. La distracción más común es el paseo, bien por las Acequias, o quizá, haciendo alguna ruta más larga por la Sierra de Algairén. En este mes de febrero ha sido singular la floración de los almendros y el paso de las grullas. Gatos, perros y ratas componen la fauna terrestre más extendida. Sin embargo, el cielo está más densamente poblado y los cantos de los pájaros acompañan al caminante por todo el pueblo. El pasar de los trenes de mercancías, subiendo o bajando al Puerto del Alto de San Martín, te sacan del ensimismamiento y de la apaciguada soledad de la vida rural.

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