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sábado, 23 de septiembre de 2017

Septiembre2017/Miscelánea. TERUEL, DESPOBLACIÓN Y ATRASO EN LA ECONOMÍA Y EN LAS COMUNICACIONES (LLEGAMOS, TAMBIÉN, TARDE A LA ERA DE LA LOGÍSTICA)

LA DESPOBLACIÓN
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En la España interior los caciques se han quedado con todas las tierras y son dueños de pastos, cultivos, caza, pesca… Sin embargo están a punto de conseguir una última victoria. Se trata de que Europa y el estado español les paguen por ello (nos tiene que pagar por estar aquí). Parece que los debates sobre la despoblación van por ese derrotero y a ello se apuntan y a captar subvenciones a fondo perdido, algún que otro avispado. Sin embargo, el cacique ya no vive en el pueblo, pues el pueblo está asolado y a falta de servicios; el cacique vive hoy en las capitales de provincia fundamentalmente en Zaragoza y si es listo invierte el ahorro de su renta agraria en otros negocios, por ejemplo la construcción. Actualmente el estado y Europa garantizan al agricultor el 30% de la renta agraria y subvencionan hasta con el 51% el Seguro Agrario. Como se verá, el riesgo es mínimo. Un capitulo muy especial de la provincia de Teruel son las comunicaciones. Consecuencia directa del caciquismo son el gran retraso que nos acompaña en este campo. La provincia de Teruel está en el furgón de cola de las comunicaciones en España. La última en el tren, la última en las autovías y la última en la fibra óptica. El eslogan de los caciques era: “NO QUEREMOS CARRETERAS PORQUE NOS TRAEN LA GUERRA”. La carretera que debería haber vertebrado la provincia de Teruel y que une, Teruel con Calanda a través de Cantavieja, gran parte de ella la ocupaba la Ruta de la Lana, acaba de ser finalizada: 183 años después de la creación de las provincias con el decreto de Javier de Burgos del año 1833 (más años que tardó la Reconquista de llegar desde Asturias a la frontera del Duero). Para finalizar señalar que, los políticos de Teruel, no están a la altura del tema que nos ocupa, pese a que Teruel está sobrerepresentada en las Cortes Generales.
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El tema de la despoblación en Teruel y en la España interior está suficientemente estudiado por algunos historiadores. Para saber lo que ha sucedido y los cambios que se han producido en nuestro país hay que hacerse la siguiente pregunta. ¿Cuál ha sido el transito del siglo XVIII hasta nuestros días? El hilo conductor del relato viene dado por Antonio Peiró Arroyo cuando señala que las Tierras Altas turolenses pasan “de la riqueza a la despoblación”.
No hay una gran coincidencia en los datos poblacionales de muchos lugares de la provincia entre los registros 1713 y 2017. Son dos las particularidades. La primera es que, siempre, los datos actuales dan poblaciones de inferior número de habitantes y en segundo lugar, que la pirámide poblacional, ahora, está invertida (envejecida).
Así pues, si en el siglo XVIII la provincia de Teruel estaba suficientemente (moderadamente) poblada y abundaba la riqueza, qué ha sucedido, pues, para que lleguemos a la situación actual.
La clave está en el siglo XIX. Un siglo de guerras (civiles y en América) y de desestructuración económica. También un siglo en el que se produce un boom demográfico debido a las medidas higiénicas: Sacar los cementerios de la población. Hervir el agua en los partos. Encalar las casas. Desecar lagunas…
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PANORAMA DEL SIGLO XIX
El siglo XIX nace con la Guerra de la Independencia, la Constitución del 12 y los últimos estertores de la monarquía absoluta (inquisición incluida). Durante el Trienio Liberal se hace la primera ley de la monarquía española sobre la Higiene y la Sanidad Pública que ocasionará el boom demográfico cuyo alcance llegará hasta 1950. Se hace un registro de los bienes de la nobleza, razón por la cual no se les expropia cuando luego el estado liberal tenga necesidad de dinero.Sin embargo, a la Iglesia Católica que no iniciará sus registros (inmatriculaciones) hasta 1847 se le puede expropiar al carecer de títulos de propiedad en registro público. Las guerras de América son un lastre y una sangría en hombres y dineros para España. Se crea el ejército de levas, la bandera Española. Son corrientes los pronunciamientos, asonadas y golpes de estado, el último en 1936. Es el siglo de las Constituciones, pensando cada cual que la suya traería la solución al país. Se  desarrolla la geografía España crea el metro y el kilo como medida casi universal. En desarrollo de la Constitución de 12 se crean los Ayuntamientos, las Diputaciones Provinciales y ya a final de siglo, entrado en XX se hace el deslinde de los términos municipales, verdaderos miniestados. Con el desarrollo municipal se acaba con el poder de la Casa de Ganaderos de Zaragoza cuyo derecho a pastos se extendía por todo Aragón, salvando los bolages y las dehesas. El ministro Moyano a mediados de siglo implanta la Enseñanza pública y gratuita a cargo de los Ayuntamientos, medida que da como resultado maestros empobrecidos (pasas más hambre que un maestro de escuela) y absentismo escolar del maestro. Se sacan los cementerios de las poblaciones. Se desecan las lagunas. Se controlan los partos… Sin embargo el caciquismo y la corrupción son constantes en la vida pública y privada. Desde el año 1873 (Prim) hasta el año 1973 (Carrero) cinco Jefes de Gobierno son asesinados en 100 años. Llegados a finales de siglo y con la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, además de otras islas del Pacífico, un sentimiento de frustración se apodera de España. Joaquín Costa lidera el movimiento Regeneracionista: “Doble llave a sepulcro del Cid y Escuela y Despensa” es el lema. Lucha y combate las oligarquías, el caciquismo y promueve, el colectivismo agrario. Un siglo convulso traerá otro (siglo XX), no de menos contundencia, que tiene su grado de mayor virulencia en la Guerra Civil (36-39) de la que aún nos lamemos las heridas.
Sin embargo el caciquismo triunfa en España pese al nacimiento de una izquierda marxista y las promesas nunca cumplidas de la famosa “REFORMA AGRARIA”.
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Pero sobre todo el cambio es económico, parecía imperceptible,  sin embargo, año tras año iba socavando la economía. Se trataba de la caída del precio de la lana y de la ruptura de las vías de comunicación. La actividad económica se decanta y se complementa con la agricultura. Se roturan los campos, se hacen nuevos regadíos y a final de siglo se amojonan los términos. Se acaba con la Alera Foral Aragonesa. Las dehesas y bolages quedan dentro de los términos municipales.
La agricultura necesita mano de obra abundante y de esta forma nace el caciquismo. El cacique no quiere industrias y sí, que dependan de él la mano de obra disponible. De esta manera a final de siglo Joaquín Costa ya detecta el problema del caciquismo. Al mismo tiempo, a mediados del siglo XIX se acaba con los piratas otomanos y las zonas costeras levantinas empiezan a despegar. Parte de la provincia de Teruel hacía trashumancia al reino de Valencia.
Con la llegada del siglo XX la emigración se hace ya endémica en la provincia de Teruel. Pasada la Guerra Civil (36-39) el caciquismo, aliado al franquismo triunfa. El éxito consiste en ponerle un precio político al trigo, hasta entonces fluctuante. A partir de los años 50 del siglo XX los caciques se quedan con todas las tierras del pueblo. Solamente un par o tres de familias han podido resistir y cultivan todo el término.
En estos momentos Teruel tiene la población que puede sustentar y la división de las propiedades (el minifundio) todavía hubiera sido peor.
Ejemplo de esto es Galicia. Tierra de minifundio y emigración. Aquí, en Galicia, ha persistido el minifundio que es de hecho inviable sin ayudas del Estado por lo que, esta región, puede considerarse una NARCO-REGIÓN. Gran parte de la renta de la población deriva del contrabando de droga. Por esa razón los campos arden por los cuatro costados en la época de descarga. Con ocasión del chapapote, parte de la mercancía debió desplazarse a las costas de Portugal y, desde entonces, Portugal arde por los cuatro costados.
El caciquismo es empobrecedor, lo hemos dicho muchas veces. El cacique no quería ver ninguna fábrica, acaso un molino y una herrería y punto. Un ejemplo de cuanto decimos es Belchite. Se dice en tono de broma pero tiene cierto contenido verdadero. Franco les preguntó, ¿qué queréis pueblo nuevo o regadíos? A lo que los de Belchite señalaron sin dudarlos: PUEBLO NUEVO.  El secano necesita menos mano de obra que el regadío y además se les garantizaba un precio del trigo. ¡No había que dudarlo!

Aunque las tasas de natalidad no hubieran caído tan estrepitosamente en la provincia, la despoblación por efecto de la emigración hubiera sido la misma. La tierra no daba para más. Incluso Teruel capital, cuando se constituyó el Polígono de La Paz, no se pidió ninguna figura en incentivos que alentará la creación de nuevas empresas. Es un polígono de almacenes, no de industrias. Ronald es la única empresa con cierta entidad y no llega a los 500 trabajadores.
Superada con creces la era industrial llega la de la logística y la informática. ¿En qué situación se encuentra la provincia de Teruel?.... Que lo diga TERUEL EXISTE. 
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Cantavieja, curva de La Sartén
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Viaducto de Hue, Teruel 1929
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En la Puebla de Valverde
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Híjar 1902
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El tren por Caparrates
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Edificio de Obras Públicas en Teruel, 1938
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Libros, 1900
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La Iglesuela del Cid, 1910
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