CUATRO AUTOVÍAS Y UN EJE
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Para llegar al poder no hay que mentir
(digo yo). Para ser diputado, tampoco. Si se miente, al final se paga. La
mentira, suele decir la gente del pueblo, tiene las piernas cortas. Antes se
coge al mentiroso que la cojo. Se sembró la provincia con carteles que
señalaban la construcción de tres autovías y un eje ferroviario. Luego, ya con
el diputado en la mano se amplió el envite. Se añadió otra, una menudencia, que
está proyectada entre Lechón y Calatayud. ¡Metidos en harina! Qué más da una
autovía más que menos. De esta forma quedó coronada la fórmula: CUATRO AUTOVÍAS
Y UN EJE FERROVIARIO. Con tal planteamiento tenemos para vivir treinta o
cuarenta años. Primeros son los estudios. Luego, los estudios de los estudios.
Viene después el proyecto. Tras el proyecto el periodo de información. El
impacto ambiental. La autorización del gasto. La adjudicación. El replanteo…. Y
mil papeles más. Pero…., en la fase que estamos, que es en la de los estudios
se deja la puerta abierta a varias posibilidades: Autovía. Caja de autovía con
dos carriles. Carretera de tres carriles o, hacer solamente las circunvalaciones
de los pueblos. Y, “Usted majestad, elija y escoja….”. Se siembra así la
confusión, el debate, y se evita hacer las autovía con el pretexto de que las
partes no se ponen de acuerdo. Todo muy maquiavélico. La realidad es que en la
provincia, la ultima en tener una autovía, la única que tenemos es la A-23 y no
la hizo precisamente estos que ahora prometen y prometen.
Como dice la canción:
Pasarán más de mil años, muchos más
Yo no sé si tenga amor la eternidad
Pero allá, tal como aquí
En la boca llevarás
Sabor a mí.
Y es precisamente ese sabor el que
quieren que llevemos en la boca: el sabor de la promesa. Porque la promesa
cumplida no tiene ya ningún valor y se olvida. Elecciones tras elecciones nos
dirán que “ahora sí, ahora se va a cumplir lo prometido”.
Hay otra frase popular que define
cual ha de ser nuestra visión objetiva del asunto de las autovías los trenes y
el atraso endémico de la provincia de Teruel: “OBRAS SON AMORES Y NO BUENAS
RAZONES”.
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