Se cumple este año de 2022 el 500
aniversario de la primera vuelta al mundo. Tal hazaña, sin duda la mayor
realizada en la Edad Contemporánea, correspondió terminarla a Juan Sebastián
Elcano y a 18 de los 239 marineros que
iniciaron el viaje. La expedición partió de Sanlúcar de Barrameda un 20 de
septiembre de 1519 y termino el 6 de septiembre de 1522. Faltaron 14 días para
alcanzar tres años justos de aventura. La expedición tenía el propósito de
abrir una ruta comercial con "las islas de las especias" (las
actuales Islas Molucas) por occidente. Así pues, su finalidad era el
abastecimiento de especias a un mercado que las demandaba con insistencia.
Durante los siglos XVII y XVIII hay
un desarrollo exponencial de la ganadería ovina en el Sistema Ibérico. El
objetivo de la explotación ganadera no era la carne, por el contrario, lo que
se perseguía era una alta producción de lana. Esa lana manufacturada se
exportaba a Nápoles y Sicilia por la Ruta de la Lana. En el siglo XIX se inicia
el declive de la oveja y no será hasta mediados del siglo XX cuando tenga un nuevo
repunte. Ahora no se perseguirá la obtención de lana sino de una carne de producción
rápida y barata. Nace el ternasco. El ternasco tiene como finalidad abastecer
de carne a los mercados industriales de España, principalmente, Barcelona y su
área industrial. De esta forma la oveja y el pollo son la solución con la que
se abastece a una población obrera que necesita proteína barata. Actualmente el
precio del cordero sube cuando hay crisis económica.
Otro de los productos que crecen en
esta etapa de mediados del siglo XX es el jamón. Es un producto en salazón y
por tanto fácilmente exportable y consumible. Ideal para abastecer mercados
fuera de la provincia.
En el mercado de la fruta y debido a la
temporalidad de un producto tan perecedero destacan dos productos que cobran
fama en esta época en la que no había globalización ni conservación por el
frío. Se trata de la uva de Cribatinaja, del melocotón de Calanda y de la manzana
Esperiega (Rincón de Ademuz).
Todo el mundo sabe que el ternasco,
el jamón o el melocotón tienen actualmente la calificación de DENOMINACIÓN DE
ORIGEN. Pero, estos productos crecieron por una circunstancia muy especial.
España sufre tras la II Guerra Mundial un aislamiento comercial y económico y
tiene una época de autarquía. Debe abastecerse con lo que produce y algo de
contrabando en las fronteras.
Desde luego, nada que ver con la
España actual. Cualquier turolense va al mercado de su localidad y encuentra
una extraordinaria variedad de productos de todas partes del mundo, particularmente
de las zonas tropicales. Pero, no siempre fueron así las cosas. En la
actualidad (los abastos) el abastecimiento de determinados productos suponen un
quebradero de cabeza para el Gobierno sintetizándose estas necesidades básicas
en dos: PETROLEO Y GAS.
Durante el franquismo la Cámara
Sindical Agraria obligaba al agricultor a hacer una declaración de la cosecha
que estimaba producir. El objetivo era tener datos para poder tener el mercado
abastecido. Si se declaraba menos cosecha de la que se cogía, el Gobierno
importaba y, esto, ocasionaba el hundimiento de los precios. En la actualidad
hay medios técnicos como la fotografía aérea para estimar la producción
agrícola de un país.
Los abastos es uno de los temas más importantes de un país. Tener las estanterías de los supermercados llenas da tranquilidad a la población. En segundo lugar la otra preocupación a parte de la calidad sanitaria de los productos es la inflación.
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