EL LÍO DE CATALUÑA
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Tan difícil es meter el gato entre la
ventana y la reja como sacarlo indemne. Tan difícil es que Cataluña sea
independiente como salir del embrollo indemne. Ya se está pagando, de momento,
con dinero, con una reducción del PIB repartida para todo el Estado. Pero, en
esta lucha mediática, unos días parece que ganan unos y, otros días, los otros.
Los catalanes con la acción revolucionaria (romper la Constitución y el
Estatuto) y con la algarada callejera diaria y nocturna (caceroladas). El Estado con la fiscalía y los tribunales.
Lo cierto y verdadero es que quien ha
perdido ya, es Cataluña. La causa de su fracaso las comprenderemos si analizamos
las dos escuelas vigentes para crear una nación: la alemana y la francesa.
La escuela alemana establece que, una
nación, se forja a lo largo de la historia. Para ello los catalanes han
ideologizado su escuela y sus medios de comunicación. Han querido presentar una
historia propia y continua en el tiempo. Han mentido con la bandera (leyenda de
Wifredo, el Velloso), con el reino (Corona Catalano-aragonesa) y hasta con la
geografía (el Ebro es un río catalán que nace en tierras extrañas)… hay un
larguísimo etcétera de barbaridades.
La escuela francesa dice que una
nación se forja con la simple expresión y voluntad de sus individuos. Aquí,
también, el fracaso es rotundo. La mayoría de los 7.523.000 habitantes de Cataluña
no está de acuerdo con formar una nación catalana independiente. Además, los referéndums
no han tenido garantías democráticas.
Fracasadas las dos vías queda, pues,
encontrar la forma de salir del embrollo. Por otra parte Europa no está dispuesta
a formar una Unión con 99 Estados, algo que sería inviable.
Como ruido de fondo está el tema de la
corrupción en Cataluña, Jordi Pujol, mediante. Muchos son los que piensan que es él, el que maneja los hilos desde la sombra, en este "proceso" tan escandaloso como imposible.
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