"Algo huele a podrido en el reino de Dinamarca" (Hamlet, acto 1, escena 4)
25 AÑOS DE PAZ – 40 DE VACACIONES - 50 DE DEMOCRACIA
Chusé María Cebrián Muñoz
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Resumiendo mucho, el titular abarca del año 1039 hasta el año 2024 a punto de expirar. Sin embargo, este escrito no vería la luz a no ser por obra y gracia del Gobierno actual empeñado en poner a Franco en la frontera del debate político actual. Muchas veces he señalado que no hay peligro de regreso al franquismo, aunque sí al modelo dictatorial, ya que este régimen “franquista” no emitió doctrina ideológica (sí lo hizo la Falange), La evidencia de ello es lo rápido que se pasó de la dictadura a la democracia una vez muerto el dictador (indicador de ser un régimen personalista con: "inquebrantable adhesión al Caudillo"). Véase por el contrario lo sucedido en los regímenes de la izquierda, verbigracia, Cuba, Corea del Norte, Rusia, Venezuela, etc.
Franco celebró “a bombo y platillo” los 25 años de Paz. Recuerdo de aquellos tiempos es el “Polígono la Paz” de Teruel. Un polígono que construyó el Ayuntamiento de Teruel sin ayudas estatales. Hacia estas fechas Regiones Devastadas ya había retrasado y “podado” muchos de los proyectos de reconstrucción de la ciudad de Teruel machacada en su famosa Batalla.
Lo que luego se llamaría La Batalla de Teruel, tuvo lugar aquí, por expresa elección del gobierno de la II República Española que encontró el lugar propicio para retrasar la pérdida de la Guerra Civil que era inminente para los republicanos. Mas de 100 vestigios (trincheras) de dicha Batalla se encuentran ahora localizadas y protegidas como símbolo de resistencia y de derrota. El general Rojo le plantea a Franco un frente de trincheras en Teruel. Frente a la estrategia de Rojo, está la experiencia de toda una carrera militar de Franco luchando en África sobre este modelo de combate, basado en posiciones fijas, trincheras, búnqueres, casamatas, etc.
Los 25 años de Paz de Franco (1939-1964) fueron un programa de propaganda del régimen dictatorial. A este acto se adscribieron de forma inequívoca todas la población de buena o de mala gana ( eran tiempos de “adhesión inquebrantable al Caudillo”). A Teruel, esta conmemoración, como llevamos dicho, no le supuso ningún aliciente ni expectativa. Mientras, corrían otros 25 años de vacaciones para el PSOE, que completarían (según Tamames) 40 años (más o menos) de vacaciones hasta la muerte de Franco en 1975 (20-N). En efecto, la oposición, tanto interna como externa al régimen la hizo el PCE (Partido Comunista de España).
Para este año venidero, 2025, Sánchez ha decidido conmemorar los 50 años de democracia contados a partir de la muertes de Franco el 20 de noviembre de 1975. La idea en sí, no merece reproche si no fuera porque subyace la idea de poner (de nuevo ) a Franco en el candelero. A Franco, es evidente que se le tenía mucho miedo. Ese miedo a perdurado, casi 50 años. Por experiencia personal, he visto pasar delante de la tumba del Caudillo, cuando estaba en Cuelgamuros, a numerosos españoles, entre ellos socialistas, con absoluto respeto. Pasados más de 40 años, algunos se atrevían a escupir en su tumba. Por fin, Sánchez mandó sacar su cadáver de allí, lugar en el que nunca debió estar. Fundamentalmente porque en Cuelgamuros (Valle de los Caídos) están enterrados mayoritariamente caídos republicanos en la Guerra Civil (36-39). Los que ganaron la guerra pudieron recuperar los cadáveres de sus allegados, los republicanos, sin embargo, no se atrevieron por temor a las represalias o por estar exiliados.
Celebrar 50 años de democracia, a mi, personalmente, me parece estupendo. Sacar a “pasear” el espectro de Franco, no me parce correcto. Puede tenerse temor al resurgimiento de una ideología, pero es que Franco no la tenía. Franco tiene en común con Sánchez en que ambos son rehenes del poder y ambos carecen de ideología y de escrúpulos. Franco pactó con Hitler y con Eisenhower. Su idea era permanecer en el poder. El estrés que tienen actualmente los socialistas del PSOE, radica en que, una vez perdido el poder, deberán recomponer su ideología que ha sido destrozada por el liderazgo personal de Sánchez.