Cuando el número cinco de Cuadernos de Encinacorba salga a la calle (ya está muy adelantada su elaboración) y sea analizado por los vecinos de la villa, sin duda alguna, muchos dirán... ¿cómo es posible que estas piezas de cerámica, tan singulares, hayan pasado desapercibidas para la mayor parte de la población?
Una de las razones es que, la cerámica de agua, tenían un uso cotidiano y por lo tanto se valoraba más su funcionalidad que su belleza. Ahora que los tiempos han cambiado y estas piezas han pasado de los repalmares lóbregos a adornar los salones, es cuando valoramos el trabajo del alfarero, el trabajo y el "arte" del "tió pucherero", oficio otrora tan denostado.
Aquí va un adelanto de lo que será este nuevo cuadernillo. Un número más de una colección que tiene por objeto plantear el debate de nuestra cultura popular. Poner en valor lo que aparentemente carece de él y potenciar los restos de una cultura, que quiere caminar de lo útil a lo bello y que, a menudo, es denostada.
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Portada del número 5 de Cuadernos de Encinacorba
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