LOS PILARES DE LA CIVILIZACIÓN JUDEO
CRISTIANA
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Atón (monoteísmo) y Amón-Ra dios
invisible (oculto) y creador, son las claves para entender el primitivo judaísmo
que nace en África (Egipto) y es determinante en la cultura universal.
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Parece ser, en esto tampoco hay
seguridad cierta, que Moisés vivió en el reinado de Ramsés II o, tal vez, en el reinado de su sucesor. También se asegura que La Torá, conocida por los cristianos como
El Pentateuco fue escrito entorno a los siglos VII y VI antes de Cristo. Desde luego en Egipto hubo un dios llamado
Atón que durante un tiempo representó el modelo de religión monoteísta. El dios predominante entre los egipcios era Amon-Ra llamado el oculto y el creador.
Así pues, es muy probable que la “cohesión”
de los judíos como pueblo naciera del contacto de estos con la cultura egipcia,
la cultura más desarrollada (con Mesopotamia) en su época y en su entorno. Eligieron el monoteísmo de Atón y, de Amón-Ra, a un dios invisible y supremo creador de todas las cosas.
En El Pentateuco se definen y
consolidan todos los avances del neolítico, un ejemplo son Adán y Eva.
Para que hubiera monogamia primero
tuvo que haber propiedad privada. Cuando un hombre deja su herencia (propiedad)
tiene que elegir a una sola mujer sobre la que crear su estirpe, aunque paradójicamente
“conociera” a más mujeres. Por esa razón Adán y Eva son la base del modelo de
sociedad que se propone, una sociedad monogámica, frente a la poligamia subyacente. Es evidente que no se nombran a las demás mujeres ni a las demás
tribus, porque en lo que se quiere hacer incidencia es en el modelo que eligen
los judíos: la propiedad privada y la monogamia. La propiedad privada es la que da lugar a la monogamia. En la actualidad el marxismo sabe que eliminando la propiedad privada socava la estructura social basada en la familia.
El relato bíblico nos presenta, con claridad, las dos profesiones o actividades básicas del momento: La agricultura y la ganadería. Caín era agricultor y Abel era pastor. La representación en estas dos figuras del bien (Abel) y del mal (Caín) no deja de tener su trasfondo antropológico. En el paleolítico (piedra antigua) se había desarrollado la ganadería con la domesticación de los animales. Así que, por alguna razón, se veía en esta actividad ganadera una práctica ontológica (Martin Heidegger) más cercana a Dios, es decir, al ancestro. Todo ello se entenderá mejor si partimos de que tras el animismo, nacen los dioses, que no son otra cosa que la mitificación de nuestros ancestros. La ganadería es anterior a la agricultura y la propiedad a la monogamia.
Así pues, El Pentateuco es un
compendio de sabiduría que pone al mundo judío en la vanguardia de su época,
incorporando los avances de la humanidad y creando un corpus jurídico que
perdurará en el occidente judeo-cristiano miles de años. No en vano, los Diez Mandamientos,
son una sabia compilación digna de ser analizada con detalle.
Con la llegada de Jesucristo, en teoría (y según la doctrina cristiana) el hijo de Dios y continuador del judaísmo, solamente incorpora un nuevo mandamiento, el del Amor Fraterno. Señal firme de la solidez de los más de 600 preceptos que figuran en La Torá.
CONSOLIDACIÓN DE LOS AVANCES DEL
NEOLÍTICO EN LA BIBLIA:
La AGRICULTURA, la RELIGIÓN, la
FAMILIA, la PROPIEDAD PRIVADA, el DERECHO, las CLASES ESTAMENTALES, la
ESCRITURA, las MATEMÁTICAS, la GEOMETRÍA, la ARQUITECTURA, las CIUDADES, la
ARTESANÍA (cerámica, arados, espadas, etc.), las SOCIEDADES URBANAS, nacen en
el NEOLÍTICO.
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