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jueves, 21 de octubre de 2021

Octubre2021/Miscelánea. LA DESCAPITALIZACIÓN DEL CAMPO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX

TEXTO DEL DOCUMENTO
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D. Pascual Martín Ripa vecino de Encinacorba me obligo a pagar el día 21 de agosto próximo a la orden y domicilio de Pedro Gasca Ubide y José Ruiz Morales vecino de esta villa, la cantidad cincuenta y seis pesetas.....
que gratuitamente me ha dejado, con la imprescindible condición de devolvérsela en igual forma o especie al citado acreedor o a los suyos al presentar este documento, quedando igualmente obligado con todos mis bienes presentes y futuros al cumplimiento de lo estipulado, a resarcirle todos los gastos y perjuicios que por mi morosidad se le ocasionen y a suplir el reintegro correspondiente a este mismo documento.
Y para su resguardo, firmo en Encinacorba a 20 de Febrero de mil novecientos veinte o haciéndolo en mi nombre y ruego por no saber, uno de los testigos que suscriben, de la misma vecindad Pascual Martín.
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“…el hecho de que el préstamo personal estuviera tan extendido y que compitiera con las propias cooperativas sugiere que los intereses no fueran quizás tan altos como se ha supuesto generalmente.” (Juan Carmona Pidal).

“Más que de tratados de comercio, mucho más que de instrucción primaria, muchísimo más que de población rural, tiene hambre y sed de crédito la agricultura española.” (Joaquín Costa)

A lo largo de la crisis del siglo XIX la actividad primaria del Sistema Ibérico que es la pecuaria, tiene que convertirse en agropecuaria. Es el paso intermedio entre la “riqueza” de los siglos XVII y XVIII y la “despoblación” del siglo XX. La descapitalización y la falta de crédito para el campo español y aragonés es uno de los factores determinantes.

Durante mucho tiempo el crédito estuvo en mano de los llamados usureros cuya “prensa” era y es todavía deplorable, muchas veces sin razón. En este sentido cabe traer a colación las palabras de una usurera calamochina que decía lo siguiente tras la llegada a la población de las primeras oficinas de las cajas de ahorro: “…a mi me llaman usurera porque presto el dinero al 8 (8%) y a él (de la Caja de Ahorros), que lo presta al 12 (12%) le llaman SEÑOR DIRECTOR.”

En este documento de Encinacorba fechado en el año 1920 puede observarse un préstamo al 0% de interés para seis meses. Por cierto, el poder adquisitivo de 56 pesetas en 1920, es equivalente a 109,38 euros del año 2020 (cien años después).

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