TIEMPOS MODERNOS
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Mis abuelos ya compraban
En la tienda del lugar
Y la compra era apuntada
En una tarja legal.
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Una muesca en ella hacían
Por cada barra de pan
Y cuando pasaba el mes
Se acercaban a pagar.
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Ahora la cosa, nos dicen,
Es mucho más singular,
Pues, por móvil tú, la compra,
A cualquier hora del día
La podrás efectuar.
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Buscas la famosa funda
Entre mil que te aconsejan
Y cuando llevas dos hora
Al Ok vas y le pretas.
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Empieza ahora un proceso
Muy difícil de explicar
Pues a la famosa funda
Mil vueltas le quieren dar.
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Los robots sincronizados
Vuelan entre los estantes,
Suben, bajan y deliran…,
Hasta encontrar el estante.
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Una vez localizado
Y envuelto en buen celofán,
Lo empaquetan, lo etiquetan,
Y aviso al dueño le dan.
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Que su pedido ya está
En marcha pa su lugar
y en proceso de que llegue
a sus manos a parar.
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Y, es seguro que correos
En su mano lo pondrá...
Pasan las horas, los días,
Gran zozobra tienes ya,
Por si la famosa funda
A Cuba se ha ido a parar.
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Si acaso sales de viaje,
Mira que casualidad,
Entonces llega el pedido
Y tú en casa no estás.
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En ese preciso instante
Ya tienes que molestar
Al vecino, a la vecina,
O al conserje si ahora está.
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Una vez depositado,
En sabe Dios que lugar,
Por fin ya llega a tus manos
La funda que sin dudar
Se te hacía tan precisa
Para poder merendar.
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Pero señores, atiendan,
El paquete abierto está
Y el diligente pedido,
Que tardó “un siglo” en llegar,
Lleva una tara tan clara,
Una rotura fatal,
Que piensas será preciso
A una solución llegar.
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El móvil de nuevo empieza
A echar humo y a pitar
Pues a nadie encuentras, ahora,
Para poder consultar
La forma en que puedas tú
El producto retornar.
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Tras mil y una diligencias
El paquete estará ya
En manos del transportista
y de vuelta hacia su hogar.
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Aquí, en este preciso instante,
Ahora vuelve a comenzar
Un proceso maquiavélico
Que se tiene por NORMAL
En la ERA de la informática
Que hasta un tonto sabe usar.
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