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sábado, 1 de febrero de 2020

Enero2020/Miscelánea. SANTUARIO DE PEÑALBA (IV) LOS RITOS

PRACTICAS RELIGIOSAS Y RITUALES
Los materiales encontrados en superficie durante las prospecciones arqueológicas de Peñalba son escasos, un cuchillo de silex y varios fragmentos de cerámica a mano de datación indeterminada, y un fragmento de cerámica medieval y otro de banda de color rojo vinoso de similar cronología. De hecho, nuestra principal fuente para conocer y comprender los rituales celebrados en este santuario son las inscripciones rupestres en lengua celtibérica - escritas en signatario paleohispánico o en alfabeto latino- y en latín que grabaron quienes visitaron Peñalba entre finales del siglo I a C. y comienzos del siglo I d C. La mayor parte de estos letreros o grafitis antiguos son nombres personales celtibéricos masculinos como,Turos, Calaitos, Guandos y Aios. En cualquier caso sabemos que mediante la escritura de sus nombres en la pared de la montaña, los autores de estas inscripciones no solo expresaban su identidad y dejaban testimonio de su presencia en el santuario, sino que también rendían culto a sus dioses, siendo por tanto una más de las acciones rituales celebradas en este espacio sagrado.
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De hecho, el epígrafe rupestre de 7 líneas conocido como ·Gran inscripción" deja constancia escrita, en lengua celtibérica y alfabeto latino, de la celebración de una peregrinación religiosa a la muela de Peñalba, en la que habrían participado varias comunidades indígenas del entorno a finales del siglo I d C. Sin embargo, este texto no se conserva in situ, y hoy solo puede verse en Peñalba el hueco dejado por su extracción del farallón a comienzos del siglo pasado por Cabré, quien  lo vendió posteriormente al museo de Barcelona, donde se conserva actualmente. Aunque su traducciónes controvertida, si existe consenso entre los investigadores en que esta inscripción documenta la construcción colectiva en la montaña de una estructura techada destinada al culto, que habría sido erigida por los participantes en esa ceremonia religiosa, y que pudo estar consagrada al dios celtíbero Lugus, o más posiblemente a las divinidades indígenas Eniorasei, Tiatumei y Equaisos.
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