DEL PAPEL AL PLÁSTICO Y OTROS EXPERIMENTOS DE LA MODERNA ECOLOGÍA
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El ciudadano de a pie se ve /nos vemos en mitad de una guerra
que no hemos provocado. Nos apearon de la cesta de mimbre, de la bolsa de
papel, paja o rafia, al plástico con el argumento de que había que proteger
los bosques. Ahora, desde Europa, legislan contra un plástico que por mano de
la industria y de los intereses particulares está inundando los mares y las
tripas de los peces. Ahora… otra vez, nos remiten de nuevo al papel o a la cesta pañolera. En todo caso, ocasionan el que
nos llevemos los productos en el halda si no queremos pagar el coste de la
bolsa. Que por cierto, esto es como la “bula de los curas”, si pagas puedes
consumir “carne/plástico”, si no pagas, non (política liberal).
El ciudadano quiere, al menos yo, que
estos aprendices de brujo dejen ya, de una vez, de experimentar y de destrozar
la naturaleza. Otro ejemplo de esta manipulación de la naturaleza está en la
suelta de especies animales, indiscriminadamente, en los campos. Está proliferando una variedad de conejos, le
llaman “conejo híbrido” que ya se ha convertido en plaga y que arrasa los
campos de Aragón cada año en mayor extensión. Junto a esto conejos hemos visto
variedades de culebras, zorros y ratones (entre otras especies) nunca vistos
por estos pagos.
El argumento es el de recomponer la cadena
trófica y lo que realmente hacen es descomponer un equilibrio que bien o mal,
funcionaba. Un equilibrio, que ahora, ya no se ven capacitados los cazadores
para controlar y, unos conejos, que nadie quiere echar a su puchero por su
carne dura. Por ello, el desorden está servido y los daños a la agricultura
crecen de forma exponencial. Por tal causa, muchos agricultores están vallando
los campos que son de su propiedad. De esa forma el mal recaerá sobre el
agricultor de la pequeña propiedad al que no le resulta rentable la inversión.
En definitiva, a pagar, el pobre.
El que toma medidas precipitadas
puede ocasional males sin cuento. Y, esto, es lo que está sucediendo con unas
medidas y unas políticas, que ya vengan de Europa o de aquí, están resultando
desastrosas. Y lo cierto es que los que viven del campo, los agricultores, están
siendo en esta “fiesta” convidados de piedra.
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ÁRBOLES
Un país debe tener aquel número de árboles que sea capaz de mantener.
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En el año 2005 el 35,9% -o cerca de
17.915.000 hectáreas- de España está cubierto de bosques. En el año 2018 hemos
llegado al 37% de superficie de bosques.
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Tenemos 7.500 millones de árboles en
18 millones de hectáreas que nos colocan en segunda posición en el ránking
verde del continente, que encabeza Suecia. Esta masa forestal ha aumentado un
31% los últimos años gracias a la protección. Sin embargo, los expertos
advierten: bosques más poblados no es sinónimo de más saludables.
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España, según datos del tercer
inventario forestal (IFN3) hay un total de 6.971.283.041 árboles, lo que equivaldría
a 245 ejemplares por persona.
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¿Cuántos árboles hacen falta para
compensar el CO2 de un coche?
Teniendo en cuenta que un árbol
adulto retiene media tonelada de CO2 al cabo de un año, podemos hacer cálculos
aproximados como éstos:
Para compensar un coche, deberíamos
plantar:
1 árbol por coche (circulando por
ciudad) y persona, por año.
Por 100 km recorridos deberíamos
plantar para compensar:
3 árboles si viajamos en avión.
2 árboles si viajamos en coche.
1 árbol si viajamos en autobús.
Otro cálculo podría ser:
Deberíamos plantar 2 árboles por cada
- coche al año o 5000 km recorridos.
- 4-5 ordenadores de la oficina
encendidos solo en horario de oficina, 5 días a la semana, 9 horas al día.
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