EL BESO MORTAL DEL CACIQUISMO AGRARIO
(El cacique genera un empobrecimiento general de la población a cambio de mantener su posición de poder.)
(El cacique genera un empobrecimiento general de la población a cambio de mantener su posición de poder.)
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La crisis del siglo XIX que se
prolongó buena parte del siglo XX tuvo un buen diagnóstico con Joaquín Costa.
El “regeneracionista” aragonés titula uno de sus libros, “Oligarquía,
caciquismo, colectivismos agrario y otros escritos”. Pero, en el año 2000,
tiene lugar la aparición de otro libro, poco divulgado pero fundamental,
titulado: “Tiempo de industria. Las tierras altas turolense, de la riqueza a la
despoblación”, escrito por Antonio Peiró Arroyo. En este segundo libro y,
manual para el estudio de la despoblación, se recoge la trayectoria de la
provincia de Teruel y lo que sucede con el cambio de modelo económico que
afecta a la producción, elaboración y venta de los productos. La caída de la lana
por la aparición de nuevas fibras vegetales y artificiales. La ruptura de los
ejes de comunicación por la Guerras Carlistas (ruta de la lana). El progresivo
incremento de la agricultura dada la poca actividad manufacturera y, ligado a la agricultura, la
aparición del caciquismo. El cacique, detentador de la mayor parte de la tierra
productiva, teme el incremento de los salarios y para evitarlo procura que no
se instale ninguna industria, de esa forma tiene a su disposición y, al precio
adecuado, toda la mano de obra disponible. El objetivo es que no haya desarrollo: “Así
estamos bien”. También procura aislar a la población del exterior: “LAS CARRETERAS
TRAEN LA GUERRA”. El cacique controla un territorio al que va a empobrecer
progresivamente, pero eso no le preocupa, es la esencia del cacique: tener bajo
la bota al campesino que debe vender su fuerza de trabajo aquí y al precio que
diga el amo.
El caciquismo produce otro efecto,
también demoledor, que es la descapitalización del campo. Una vida llevadera
para el amo y de subsistencia para el campesino. Esta falta de capitalización
se vio clara cuando en el año 1931 se intenta formar una cooperativa en Teruel
que ponga en marcha una fábrica de azúcar. En la calle Temprado de Teruel estaba
instalada la banca de Garzarán. Era ésta, la única entidad que podía hacer lo
que se hizo en Zaragoza con el banco de Aragón para el desarrollo de la
industria azucarera. Pero, este banco, ya se vio luego, tenía poca capacidad
para la empresa, pues, ya por los años 50 tiene que cerrar. Las oficinas de
este banco quedaron fosilizadas desde entonces y en varias ocasiones han sido
objeto de reportajes en TVA.
Cuando se pierde Cuba en 1898 y
estalla toda la crisis: ¿La crisis se creó por la pérdida de Cuba o, por el
contrario, la incapacidad para afrontar los problemas del siglo XIX ocasionó la
pérdida de Cuba? Yo creo que la clave está en la segunda parte. Pero, en
cualquiera de los casos, Teruel, cuando se plantea la transformación de la
remolacha en azúcar, está incapacitada por descapitalización, para afrontar el
reto de una industria de esta categoría.
A Santa Eulalia del Campo llega en
1911 una empresa que lo trae todo, según el modelo colonial: edificio,
tecnología, técnicos… crea un poblado de obreros, una escuela, una iglesia, un
economato, campo de fútbol, piscina, en fin, un mundo cerrado y definido.
Cuando la fábrica cierra en 1985 deja el espacio que ocupa en el más absoluto
desamparo.
¿Qué hacer? Desde 1985 hasta la fecha
no se ha hecho nada, pues nada se podía hacer. Solamente hay una cosa en la que
se ha crecido, se trata de la despoblación.
De la riqueza a la despoblación, he
aquí la pregunta clave. De cómo hemos llegado de un extremo a otro, de su
estudio, de su reflexión, es de donde podemos sacar las enseñanzas necesarias
para encauzar un futuro más que comprometido.
Actualmente Teruel está sin gente y
sin capital. Muchos piensan y con razón que el futuro nos tiene que venir de
fuera. Y muchos, también, cuando van a rezar le ponen una vela a San Ronal
Ibérica S.A.U, bendito.
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Libro recomendado
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