EL CARRIL-BICI
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Más allá de los problemas que está
creando la construcción del carril-bici en el Ensanche turolense y que, sin
duda, alguno de estos problemas deberán resolverse obligatoriamente está, el tema
principal. Se trata de regular más y mejor el uso de la bicicleta, pues la bicicleta es un vehículo
y, como tal, capacitado para circular por cualquier tipo de calzada. Regular
las zonas propias para las bicicletas es vital. De la falta de regulación (mal gobierno) y por la ausencia de sanción al incumplimiento de las ya vigentes, surgen muchos problemas de convivencia e incluso nacen asociaciones y grupos cuyo
objetivo es paliar los perjuicios ocasionados por estos ecológicos vehículos.
Pero además, de esta regulación que debe tener como objetivo proteger al peatón, la bicicletas (sus usuarios) deberían tener al menos tres deberes fundamentales:
* Una
placa con un número de matriculación registrado en el Ayuntamiento.
* Un
impuesto de circulación que cubra los gastos ocasionados por los carriles
específicos que usan.
* Hacer
obligatorio (para poder circular) el poseer un seguro, tal como lo hacen las motocicletas.
Debemos circular todos, peatones,
ciclistas y conductores de vehículos a motor con la debida garantía ya que, en
el conjunto de desplazamientos dentro de una ciudad, el más desprotegido, es el
peatón.
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