ALZAMIENTO, REVOLUCIÓN Y GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE TERUEL
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El Alzamiento de Franco del 18 de
julio de 1936 fue la escusa perfecta para que la II República y el PSOE en
estos momentos plenamente entregados a la ideología estalinista por un lado, y
los anarquistas por el otro, iniciaran una revolución de corte romántico. Las
revoluciones románticas tienen como finalidad hacer tabla rasa con todo lo
anterior: personas, cultura, religión, etc. Para finalmente sobre esas “cenizas”
construir la sociedad socialista: libre, justa e "inmaculada".
La mitad de Aragón y la mayor parte
de la provincia de Teruel tuvo la mala fortuna de probar esta “medicina”. Así,
cuando las tropas revolucionarias entraban en un pueblo se hacía la siguiente faena.
Se quemaban los archivos notariales y parroquiales. Se quemaba la iglesia y las
ermitas y se convertían en almacenes para la comuna. Se fusilaba al cura,
alcalde, a los ricos y a todos los afectos al alzamiento de Franco. Se
colectivizaban las tierras y un comité revolucionario se encargaba de la
administración de todos los bienes del pueblo y de la emisión de papel moneda o
de bonos muchas veces en especie (“vale por un porvo con la Juana”).
Yo, que he visitado la mayor parte de
las iglesias de la provincia de Teruel he tenido la oportunidad de comprobar la
magnitud del desastre. Vírgenes románicas o góticas de incalculable valor
artístico y monetario eran destrozadas sin compasión. A veces con un martillazo en
la cara otras, si eran de madera, se partían con una astral. Ejemplo de estos dos
casos son la Virgen de la Vega en Alcalá de la Selva y la Virgen del Castillo
en Corbalán. En algún caso la pieza religiosa se salvaba si algún vecino la
escondía enterrándola bajo tierra. Una simple máquina de escribir era
suficiente motivo para ser fusilado. Mi padre, que pasó la guerra con los
republicanos siendo Guardia de Asalto en Barcelona y que fue traído a Teruel
para dicha Batalla, tuvo la máquina de escribir enterrada en la cuadra durante
toda la guerra.
Pero, acabada la guerra hubo que
recomponer en la medida de lo posible tanto destrozo. Para el lector que quiera
informarse adecuadamente, además de viajar a cada uno de los pueblos ocupados
por la II República puede hacerse con un ejemplar del libro INVENTARIO
ARTÍSTICO DE TERUEL Y SU PROVINCIA, idea nacida en el IET, fue mandado imprimir por el Ministerio de Educación
y Ciencia y dirigido por Santiago Sebastián y otros colaboradores.
Por su parte la DPT que acogió con entusiasmo la idea del inventario, encargó a López
Segura la realización de un archivo fotográfico de los elementos patrimoniales
y artísticos de la provincia. Este archivo está ahora a disposición del público
en el IET.
Aunque la historia de los expolios en
la provincia es grande, en algunas ocasiones hay que echar mano de fotógrafos
catalanes o del turolense Juan Cabré (vendió buena parte del patrimonio turolense). Sin las fotografías de Cabré no se
conocería como era, por ejemplo, la Virgen de la Araña de Bordón. Pieza gótica
desaparecida en la revolución socialista iniciada en julio de 1936.
En fin una historia dramática propia
de bárbaros.
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