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miércoles, 2 de febrero de 2022

Febrero2022/Miscelánea. CONVENTO DE SANTA CATALINA DE LAS HIJAS DE SANTA CLARA ACTUALMENTE CERRADO

Iglesia del convento de Santa Catalina tras la Guerra Civil (36-39). En la plaza de Cristo rey de Teruel.
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DEL PORTAL DE ARCHIVOS ESPAÑOLES

Convento de Santa Catalina de Teruel (España)

Fechas de existencia: desde 1367 hasta clausurado actualmente

Historia:

El convento de Santa Catalina de Teruel o Real Monasterio de Santa Catalina, es uno de los edificios más antiguos de la ciudad y ocupa todavía lo que fue palacio de los reyes aragoneses, desde 1367, fecha en que D. Pedro IV el Ceremonioso (1336-1387), casado con Dª. Leonor de Sicilia (1349-1375), devotos de las hermanas pobres de santa Clara, les ceden el edificio para su conversión en monasterio. Dña. Leonor será la fundadora y patrocinadora del convento. Esta comunidad ya se encontraba en Teruel con anterioridad, en la Villavieja, junto al Alfambra, luego convento de capuchinos, al norte de la ciudad, donde disponían de iglesia y huerto anejo al edificio conventual. Pasan a ocupar el actual monasterio en 1369, que ponen bajo la advocación de Santa Catalina. Los reyes aragoneses y la Santa Sede apoyarían después, con sucesivos privilegios, la supervivencia del monasterio. Con el tiempo, la diminuta iglesia original del convento se queda pequeña y edifica una nueva que obligó a la restauración del convento. Se realiza en tiempos la abadesa sor Ana María Martínez de la Raga y pone la primera piedra el Sr. obispo, D. Jerónimo Solivera, en 1699. El convento desarrollo su actividad con el apoyo Real y en siglos posteriores con más sencillez, hasta que en el S. XVIII, el pago de impuestos las obliga a realizar ya, trabajos de repostería para saldar sus deudas. El 1835, con motivo de las medidas desamortizadoras de Mendizábal, el convento ve como se incautan todos sus bienes. Parte de sus dependencias fueron utilizadas como escuela pública. Durante la Guerra Civil española (1936-1939) se produce la destrucción total de su archivo documental, lo que ha dificultado su conocimiento. Aún reducido, el cenobio continúa con su actividad hasta nuestros días.

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