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sábado, 22 de diciembre de 2012

Diciembre2012/Miscelánea. EL PRIMER ENSANCHE

EL PRIMER ENSANCHE
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En el siglo XIX se comienzan a derruir las murallas de casi todas las ciudades españolas. Teruel, que teme los ataques de los Carlistas, sin embargo, las refuerza mientras dura la amenaza. Luego su suerte seguirá paralela a las demás, quedando ahora pocos lienzos de la antigua corona que circunvaló la villa. El gran desarrollo demográfico del siglo XIX hizo buscar nuevos espacios urbanos (Lagasca, ya participa en la primera Ley de Sanidad Pública de la Monarquía Española que favoreció el bum demográfico). No gustó a los turolenses, ni el Rabal, ni San Julián. Se inicia un pequeño desarrollo urbano tras la construcción del Puente de la Reina (zona de Miguel Ibáñez, Nicolás de Bari...), sin embargo, tampoco cuaja. Debido a este fracaso, aparece el modernismo en el casco viejo de la ciudad. Posteriormente la ciudad encuentra su expansión definitiva en el primer ensanche.
Es un área de expansión de la ciudad que se activo gracias a la construcción del Viaducto Viejo. El autor de este imponente puente que está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) fue el ingeniero gallego Fernando Hué de la Barrera. Este señor nació en Chantada (Lugo) en el año de 1871 y murió, en Teruel, en el de 1935. Tiene en Teruel, su familia (claro), casa, calle y panteón familiar. Fue a Suiza, vio el puente sobre el río Setter y se lo trajo a Teruel: todo un acierto. Los turolenses estamos encantados con él. Se inauguró el 29 de octubre de 1929. Se le bautizó con el nombre de Avda. de la Reina Cristina, después de la Guerra Civil (36-39) se le llamó Avda. de Calvo Sotelo, yo he tenido la placa de mármol blanco en mis manos. Posteriormente y con la creencia de que no tenía nombre se le adjudicó (con mucho acierto) el de su constructor, esto es, FERNANDO HUÉ DE LA BARRERA. No entra en competencia con su calle porque este viaducto, lógicamente, no tiene números. Pasado el viaducto viene la Fuente de Torán, otro gran ingeniero turolense de esta época. Después, las calles geométricamente diseñadas se abren en uve. Colocamos en este spot solamente alguna de ellas, para que el lector forano se haga una idea, puesto que los turolenses conocen bien este espacio urbano.
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