El monopolio de expendedurías de tabaco y timbre mueve en España un negocio con un volumen de 12.500 millones de € al año según los datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos. De estos 12.500 millones de €, el Estado español se beneficia de 9.400 millones de € que van a parar íntegramente a la hacienda pública, convirtiendo así al monopolio del Estado en un medio imprescindible.
No obstante, esta no es la única función de los estancos. En la actualidad son un valioso aliado de la lucha contra el tabaquismo, ya que la profesionalización de la red incluye en sus estatutos todas las medidas vigentes para evitar el acceso de los menores al consumo de tabaco, protege a los consumidores adultos de oligopolios que podrían promocionar el consumo de tabaco y garantiza a dichos consumidores la legalidad y adecuada conservación de sus productos.
Recientemente la función sanitaria de los estancos ha sido reforzada por el estado Español y por otros 120 países firmantes en el convenio marco de la Organización Mundial de la Salud para el control del tabaco en toda su escala, desde la fabricación a la venta al por menor, como queda reflejado en la parte 3 -artículo 6 -anexo 2 de dicho tratado. (Wikipedia)
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