El 19 de diciembre es Santa Eva, madre de todos los hombres según el relato bíblico. Un relato, una narración,
puesta mil veces en duda pero que nos acerca a una realidad histórica. El pueblo
judío provenía de la actual India y en su éxodo llegó a Egipto. En Egipto este pueblo
incorporó las creencias propias de la religión de los faraones. Sin embargo,
todo cambió cuando según el relato bíblico Moisés, un príncipe egipcio, los
sacó de la esclavitud. Esto sucede en torno
al año 1450 antes de Cristo. De esta forma Moisés es el verdadero creador de la
cultura Judeo-Cristiana. Moisés escribió La Torá que comprende cinco libros:
Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Consciente del carácter
nómada de este pueblo, lo despoja de ídolos y solamente construye un arca en la
que deposita lo sustancial de su religión: La Torá.
Pero, por qué solamente al principio
del relato hay dos personas: Adán y Eva. Pues muy sencillo. En Egipto ya estaba
asentada la monogamia y aunque los pueblos nómadas se organizaban en tribus y pervivía
la poligamia o monogamia imperfecta, Moisés quiere incorporar este concepto
(moderno) en la nueva religión que está formando. Así pues, no es que en un
principio solamente hubiera dos personas, sino que esas dos personas tienen un
claro significado. Primero, la monogamia como modo de organizarse socialmente y,
en segundo lugar, también con el significado de singularizar y cohesionar a un
conjunto de tribus con un origen común. Historia, pueblo y religión se
sintetizan en la Biblia. Y la lectura de La Torá es lo que cohesiona a este
pueblo errante frente a sus muchas dificultades. Las sinagogas judías carecen
de todo tipo de imagen y es la lectura de la Biblia lo que cohesiona a este pueblo, siempre en marcha, y siempre en pos de su destino.
El Pentateuco tiene, en algunos aspectos, el valor de un relato fantástico pero recoge también las conquistas y avances del periodo neolítico: La AGRICULTURA, la RELIGIÓN, la FAMILIA, la PROPIEDAD PRIVADA, el DERECHO, las CLASES SOCIALES, la ESCRITURA, las MATEMÁTICAS, la ARTESANÍA (cerámica, arados, espadas, etc.), las SOCIEDADES URBANAS, nacen en el NEOLÍTICO.