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No me importaría, que esta plaza que actualmente es conocida oficialmente con dos nombres, plaza de Fay Anselmo Polanco Fontecha y, popularmente, plaza de la Marquesa, fuera rebautizada y recreada con su monumento central, como lo fuera en los tiempos heroicos del siglo XIX. Recuperar, así, el monumento construido en su centro y dedicado a los Héroes de la Libertad.
Los héroes de la libertad eran ciudadanos turolense que militaban en el liberalismo y no permitieron que la ciudad, varias veces asediada, cayera en manos del carlismo. Destaca entre los liberales turolenses, el gallego de nacimiento, Víctor Santos Pruneda Soriano, a quien el consistorio le dedicó una calle no hace mucho tiempo.
A parte de estas cuestiones estéticas e históricas el espacio que se abre en esta parte de la ciudad es inédito. Bien es verdad que se necesita un buen puñado de dinero, pero es necesario invertirlo si queremos tener un caso histórico decente y recuperado.
Abrir la muralla, redefinir calles y plazas, reconstruir palacios, ordenar el caos... todo ellos es necesario en este espacio abandonado durante tanto tiempo.
Todo ello favorecerá la instalación de nuevos vecinos, el desarrollo turístico de la zona y la recuperación de un patrimonio ahora en precario.
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