Sobre el alero del edificio se añadió un cuarto cuerpo consistente en una galería de columnas dóricas formando en su interior una logia.
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EJEMPLO DEL ESTILO RENACENTISTA
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El palacio, construido para la ciudad
de Teruel y su comunidad de aldeas, rememora uno de los capítulos más trágicos de la historia, vivida por los turolenses. Edificado en
entre los años 1591 y 1593 por los arquitectos, Pedro Heredia y Juan Riego, es
una espléndida fabrica con fachada labrada en piedra de sillería y rematada de
logia con galería de arcos corridos. Tan suntuosos palacio, sin embargo, es conocido popularmente como Casa-Mesón de la Comunidad y actualmente Mueso
Provincial. Sin embargo, poco tiempo sirvió para el fin que había sido diseñado pues, son
precisamente en estas fecha, entre 1591 y 1592, cuando se producen las famosas
ALTERACIONES DE TERUEL Y DE ALBARRACÍN que dan lugar a la sentida pérdida de
los FUEROS y a la incorporación tanto de Teruel como de Albarracín a los fueros
generales de ARAGÓN.
Dice Martín Almagro: “Ahora, tras los
alborotos de 1591 y la represión de 1592 que siguió, tanto en Teruel como en
Albarracín nadie opuso ya resistencia ni al rey ni a sus regentes del Consejo
Supremo de Aragón.
Tras la normas dictadas por Covarrubias, la tierra quedó sometida y todos se decidieron a obedecer sin
resistencia.
Así se iba a gobernar el país desde
ahora. A partir de 1592 la voluntad de los habitantes de aquella tierra ya nada
representó.”
Todo este asunto se remató de la
siguiente forma: Teruel y Albarracín pierden sus fueros y tras una durísima
represión la ciudad tuvo que pagar al rey 120.000 ducados y Albarracín 15.000
libras jaquesas. Resultado de los ajusticiamientos habían quedado distribuidas por la ciudad las
cabezas cortadas y colocadas, para escarmiento público, en mitad de las plazas clavadas en picas. En el año 1598 accede el rey
Felipe I de Aragón, II de Castilla, a: “Quitar las cabezas que se pusieron en
algunos lugares públicos por las sediciones que sucedieron en aquella ciudad en
1591”.
Portada adintelada entre pares de columnas estriadas, que sostienen un frontón curvo y partido, destaca en el centro la heráldica alusiva a la institución. Teruel y su comunidad de aldeas llegó a funcionar hasta el siglo XVIII.
Vano para dar luz a las caballerizas.
Arcos corridos, modillones de piedra y logia.
En vez de canes de madera tiene modillones de piedra y arcos corridos bajo el alero. Sobre el alero, la logia.
El cuerpo noble tiene tres vanos balconados, cada uno flanqueado por pilastras estriadas y sobre la cornisa frontispicios triangulares.
Heráldica de la "Comunidad de Teruel".
Detalle de las pilastras estriadas y las pirámides terminadas en bolas.
