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martes, 18 de abril de 2023

Abril2023/Miscelánea. MUJERES TUROLENSES DE "ROMPE Y RASGA"

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El tópico ha funcionado (pese a Agustina de Aragón) porque interesa al "neofeminismo" actual. Le interesa una mujer débil y dependiente. Ahí está su negocio. Sin embargo, todos los de una cierta edad conocemos bien a la mujer turolense. Véase la "Mujer Labradora" de Pablo Serrano en la parque del Fueros de Teruel. Una mujer cargada de haces de leña (el mundo a cuestas) y rodeada de aladros y otras herramientas. Hemos visto a mujeres que parían segando, descabezando remolacha, mujeres con la dalla o con el tractor... A mujeres que aleccionaban al marido cuando iba a la feria: "el macho no lo vendas por menos de 300 duros". A la mujer turolense administrando "las perricas": "toma dos riales pal café y otros dos por si pierdes al guiñote...Pero, quizás, la gestas de mayor altura heroica la dibujó la mujer turolense y aragonesa en la Guerra de la Independencia, el las Guerras Carlistas y en la Guerra Civil (36-39).
Hay una mujer turolense, de Monreal del Campo para más señas, que por su valor obtuvo la Cruz Laureada de San Fernando, máxima distinción al valor en España. Tenemos noticias de ella porque varias personas dejaron algún escrito sobre sus hazañas.
Las referencias no conducen a Catalán de Ocón, rico ganadero con referencias ciertas en Monreal del Campo.

Antonio Caridad Salvador

Cuatro meses después, en la defensa de Monreal del Campo (Teruel) se distinguió Rafaela Francisca Latorre Latasa, que hizo frente a los carlistas desde el castillo. Fue, según Catalán de Ocón, uno de los principales terratenientes (ganadero que creó la Feria de Cedrillas) de la zona, “el genio y el alma de la audaz resistencia”. Posteriormente el gobierno le dio la Cruz Laureada de San Fernando y el derecho a llevar armas durante toda su vida. Y ésta se prolongó hasta 1855, cuando murió víctima de una epidemia de cólera-morbo.

Catalán de Ocón lo relataba así: "Se reunieron  cincuenta hombres de ánimo esforzado, y encerrándose en un ruinoso castillo, se hicieron fuertes y plantaron cara al enemigo, que para ellos era formidable, por el número, la disciplina y la artillería. No arredraron nuestros héroes y Rafaela Francisca  fue el genio y el alama de la audaz resistencia ya que armada de un trabuco y en una de las aspilleras de más peligro, a la par que alentaba a sus compañeros, aguardaba serena para disparar a los pelotones de los más osados que se pusieran al alcance de su arma. Y entonces, valiente y atrevida, sembraba la muerte  y el terror entre sus adversarios, no desmayando ni un momento durante las 16 horas que duró el combate. Tantas pérdidas sufrieron los carlistas que tuvieron que abandonar su empeño..." 

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